La Christian Science ha sido mi roca o fortaleza durante los últimos veintiocho años. Mi primera curación fué de extrema nerviosidad. Como resultado de esa curación, mi madre emprendió un estudio formal de la Christian Science y mediante su elevado pensar nuestro hogar, que a veces había sido sumamente discordante, se volvió feliz y el negocio de mi padre mejoró desde luego. En la medida en que hemos buscado honradamente primero el reino de Dios, nada nos ha faltado nunca.
Yo he tenido muchas curaciones desde entonces, incluso las de sarampión, orzuelo, tos ferina, resfriados, tos, influenza, una torce- dura de un tobillo y grave envenenamiento de una pierna. Con ayuda de consagrados practicistas tanto en este país como en la Argentina en donde siempre había vivido hasta que me vine a Inglaterra en 1949, yo he hallado hogar feliz y en armonía cuando he puesto a Dios en primer lugar echando a un lado mi propia voluntad. Cuando fallecieron mis padres, se me demostró que la Christian Science es de veras el Consolador.
Estoy verdaderamente agradecida porque Dios me guía en todos mis asuntos. Aunque he sido tonta y perversa en muchas ocasiones, yo, como el hijo pródigo, siempre he hallado el camino para volver a la casa de mi Padre.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!