Feliz el hombre que comprende mediante el sentido espiritual que el único corazón real es el gran corazón del Amor divino y que el hombre es la imagen y semejanza de Dios. Dice Pablo (Romanos 5:5): “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por medio del Espíritu Santo, que nos ha sido dado.” El corazón humano que parece latir en el pecho humano es sólo símbolo del de la energía vivificante del Espíritu, que se manifiesta en un perpetuo ritmo espiritual de funcionamiento armonioso.
El corazón verdadero no es un órgano carnal que late dentro de la estructura humana. Son los sentidos materiales los que diseñan ese cuadro del corazón, que no es cierto. Los sentidos materiales no dan testimonio de la Verdad. Son carnales y dan testimonio de la carne, mientras que el hombre, el hijo amado de Dios, es del Espíritu, y es espiritual. El se percata de la vida mediante los sentidos espirituales y así se da cuenta del amor de Dios que abarca y gobierna todas las cosas.
El corazón real es espiritual. Cuando se entiende esto se puede apreciar la verdad que declara Mary Baker Eddy respecto a la metafísica en el libro de texto de la Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”., “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” (pág. 269): “La metafísica resuelve las cosas en pensamientos y reemplaza los objetos de los sentidos por las ideas del Alma.”
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