Es un gozoso privilegio pertenecer a La Iglesia Madre, La Primera Iglesia Científica de Cristo, en Boston, Massachusetts, o a una iglesia filial, o a ambas. Se logra no con mero deseo, sino estando preparado espiritualmente, como lo indica la siguiente afirmación que, de conformidad con el Manual de La Iglesia Madre por Mary Baker Eddy, aparece en los formularios que se emplean para solicitar ser miembro de La Iglesia Madre (págs. 114, 116): “Quien sin ser miembro de ninguna iglesia a excepción de una filial Científica de Cristo, ame la Christian Science, lea y entienda y Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por la Reverenda Mary Baker Eddy y otras obras de esta autora, y esté cristianamente habilitado pudiendo así estar plenamente de acuerdo con los Artículos de Fe y las Reglas de La Primera Iglesia Científica de Cristo, en Boston, Mass., es elegible como miembro.” Los alumnos de la Escuela Dominical que piensen hacerse miembros de la Iglesia puede que necesiten se les recuerde que ese paso hacia adelante no debe darse simplemente como resultado de una decisión humana, sino que viene como resultado de la oración ferviente y del crecimiento espiritual.
La Sección 3 del Artículo IV del Manual prescribe que pueden aceptarse como miembros a los niños que hayan cumplido doce años de edad, pero las filiales formulan sus propias reglas respecto a la edad mínima a que aceptar miembros. Los estatutos de algunas filiales no especifican cuál sea la menor edad a que se admitan miembros, sino que cada solicitud la resuelven según lo merezca. Cuando los alumnos soliciten ser miembros, deben estar ya familiarizados no sólo con el libro de texto de la Christian Science, Ciencia y Salud, sino también con el Manual de la Iglesia. Antes de aprobar la solicitud de algún alumno hay que estar seguro uno de que el solicitante ha dado la atención especial debida a las Secciones 1, 4, y 6 Artículo VIII del Manual y reconoce la necesidad de cumplir con los deberes indicados en ellas.
Aunque se acostumbra anunciar a ciertos intervalos en los servicios religiosos de la filial lo relativo a solicitar ser miembro de la Iglesia, no se acostumbra hacer eso en la Escuela Dominical, dado que el Orden de los Ejercicios de la Escuela Dominical que está en la página 127 del Manual no especifica que se hagan anuncios. Es privilegio del maestro o maestra de la Escuela Dominical ver que sus alumnos tengan presente la importancia de la Iglesia que estableció Mrs. Eddy. A medida que el niño entienda cada vez más las enseñanzas de nuestra Guía y su misión, es natural que embeba el deseo de pertenecer a la Iglesia a fin de que así pueda ayudar a llevar a cabo la redención de la humanidad de acuerdo con el gran descubrimiento que hizo ella.
El maestro alerta está bien al tanto del progreso espiritual de los inscritos en su clase y por lo mismo se halla usualmente en posición de ayudar a cada uno de ellos a que, a la hora oportuna, considere la cuestión de solicitar ser miembro de la Iglesia. Pertenecer a la Iglesia es una demostración individual, y no hay que hacerlo simplemente porque otros lo hacen. Sólo el progreso espiritual determina si está o no aún listo el alumno para dar paso tan significativo.
Los maestros pueden decir a sus alumnos que es privilegio de los que ya estén preparados para llenar los requisitos necesarios, hacerse miembros de la Iglesia, al cumplir doce años de edad. Aunque nunca es correcto influir indebidamente para que un niño se haga miembro de La Iglesia Madre ni de filial alguna, puede alentársele a que lo haga si quien eso hace está convencido de que ya se halla completamente preparado espiritualmente para dar tal paso. Especialmente tratándose de jóvenes que asistan a escuela secundaria esperando después matricularse en algún colegio, porque además de haber concurrido a la Escuela Dominical, como miembros de La Iglesia Madre pueden tomar parte en la Organización de la Christian Science para alumnos del colegio a que vayan, al fundarla o presidiendo en sus reuniones, conforme a la Sección 8 del Artículo XXIII del Manual.
Los alumnos de la Escuela Dominical que sean miembros de una iglesia filial bien pueden ser nombrados para formar parte de algún comité o para que sirvan en alguna otra capacidad, con tal que eso no les impida participar plenamente de los ejercicios de la Escuela Dominical.
El desarrollo espiritual del alumno, tan necesario para ser miembro de la Iglesia, empieza en las clases primarias. Allí aprenden los niños las verdades curativas que contienen las primeras lecciones — los Diez Mandamientos, las Bienaventuranzas y el Padre Nuestro con su interpretación espiritual según consta en las páginas 16 y 17 de Ciencia y Salud — y aprenden a ponerlas en práctica en su vida diaria. A medida que continúan en la Escuela Dominical aprenden paso a paso a comprender el significado de la Iglesia y de ser miembro de ella. Dice Mrs. Eddy en la página 35 de Ciencia y Salud: “Nuestra iglesia está construida sobre el Principio divino, el Amor. Podemos unirnos a esta iglesia sólo a medida que nazcamos de nuevo en el Espíritu, que alcancemos la Vida que es Verdad y la Verdad que es Vida, produciendo los frutos del Amor,— echando fuera el error y sanando a los enfermos.”