Aunque antes de interesarme en la Christian Science yo había ido de visita a varias iglesias de otras denominaciones, no había hallado el consuelo espiritual que buscaba sino hasta que concurrí a una reunión de testimonios del miércoles en una Iglesia Científica de Cristo y escritas las palabras del Himno de Comunión escritas por Mary Baker Eddy ( Poems, pág. 75), que me dejaron una honda sensación de paz e inspiración.
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