Me siento movida a escribir mi testimonio como un testigo más de la verdad que contiene Ciencia y Salud por Mrs. Eddy.
Un medio día, mi esposo regresó del trabajo. Se sentía muy enfermo y se acostó. No podía mover sus piernas y le fue imposible andar durante nueve meses. Una mañana, mientras le arreglaba su cama, me vino al pensamiento que pusiera un ejemplar de Ciencia y Salud en la mesa, donde él pudiera alcanzarlo. Al hacerlo, estas palabras de la Biblia vinieron a mi pensamiento: “Escogeos hoy a quién sirváis” (Josué 24:15). Cuando regresé a su habitación lo encontré leyendo Ciencia y Salud.
No fue sino hasta que me aquejó la misma dolencia, que él se levantó de la cama una mañana y desde entonces empezó a mejorar cada día más. Ahora goza de buena salud y se mantiene muy activo. Esto sucedió hace veintidós años. Ahora tiene 78 años de edad.
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