La Sra. Eddy pidió que las Iglesias de Cristo, Científico, “leyeran al final de los cultos, y antes de la bendición”, la “exposición científica del ser” Ver Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, pág. 468., seguida por el “pasaje correlativo de las Escrituras según 1 Juan, 3:1, 2, 3”.
Este pedido de nuestra Guía apareció en el ejemplar del 21 de marzo de 1901, del Christian Science Sentinel. El mismo incluía los versículos específicos en 1 Juan, las mayúsculas adicionales son de la Sra. Eddy:
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a él porque le veremos tal como Él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro.
En el texto en inglés, que es de la versión King James de la Biblia, la Sra. Eddy usó la mayúscula para la palabra “He” (“Él” en español) en los tres casos en que aparece en los versículos. Después, ella aprobó la publicación de un artículo acerca del pasaje correlativo de las Escrituras, que apareció en el Sentinel del 6 de enero de 1906. (Encabezado sencillamente “1 Juan, 3:1, 2, 3”, el artículo por el Prof. Herman S. Hering, alumno de la Sra. Eddy, se publicó nuevamente en el Sentinel del 23 de abril de 1938, y en el The Christian Science Journal de junio de 1938.)
Después de citar los versículos de 1 Juan como están en varias traducciones de la Biblia, el artículo de Hering declara lo siguiente: “Estas [distintas traducciones] muestran que las palabras “él” y “lo” en los tres versículos citados son pronombres para la Deidad, y se refieren a Dios y a la manifestación de Dios, o el Cristo; y se obtiene una interpretación que ayuda mucho cuando se lee con este pensamiento en mente”.
También fue publicada, junto con dicho artículo, una carta que el Prof. Hering escribió a la Sra. Eddy cuando se lo envió para su posible publicación. En esta carta, él hizo notar que muchos Primeros Lectores en iglesias filiales en esos tiempos, leían los versículos de 1 Juan “con énfasis lo cual muestra que no entienden correctamente este pasaje...” Parece evidente que la Sra. Eddy quería que se corrigiese la situación, puesto que hizo que el artículo y la carta del Prof. Hering se publicaran.
Su artículo advierte contra el énfasis en la palabra “somos” en el primer versículo, como si un grupo selecto fuese indicado. Realmente, el énfasis en la primera parte de este versículo es doble, y se pone el énfasis en el amor “del Padre”, Dios, como también en la revelación de la filiación divina con Dios de todo individuo.
Además, el artículo de Hering menciona la necesidad de anunciar el “pasaje correlativo de las Escrituras según 1 Juan” inmediatamente antes que éste se lea, indicando así claramente donde terminan las palabras de la Sra. Eddy en “la exposición científica del ser” y donde comienzan las de Juan. Esta medida también subraya la naturaleza correlativa de los versículos Bíblicos en relación con las palabras de la Sra. Eddy.
Otro punto de la carta del Prof. Hering a la Sra. Eddy, está en el siguiente párrafo: “El pasaje ‘Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser’, generalmente se lee como si significara que nos volveremos algo distinto de los hijos de Dios en el futuro. Mi comprensión de esto, de acuerdo con la Ciencia, es que somos hijos de Dios ahora, pero que ello es un hecho que aún no es evidente”.
Esta percepción podría recordar a algunos el intercambio de cartas que tuvo la Sra. Eddy con otra persona y que está publicado en las páginas 241 y 242 de The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany. Seguidamente citamos una de las declaraciones de la Sra. Eddy tomada de este material: “Nunca podrá usted demostrar espiritualidad mientras no declare que usted es inmortal y comprenda que lo es”.
La Sra. Eddy, por supuesto, no enseñó que los mortales son inmortales; pero sí enseñó que la vida mortal es una ilusión que debe abandonarse y cambiarse por la realidad de que somos hijos inmortales. No podemos deshacernos de la mortalidad hasta que comencemos a ver y aceptar que realmente somos la semejanza de Dios, ahora mismo.
Al indicar la naturaleza correlativa de los versículos de 1 Juan en relación con la “exposición científica del ser”, la Sra. Eddy nos muestra que los versículos mismos de la Biblia indican tanto la irrealidad de la materia como la realidad presente, de que todos somos hijos espirituales, por mucho que los engañosos sentidos corporales traten de oscurecer esta filiación. Es instructivo leer toda la Primera Epístola de San Juan, centrando nuestros pensamientos en esos puntos.
Parte de 1 Juan 3:8, por ejemplo, declara: “Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”. Otras partes del libro indican, con la misma fuerza, la necesidad de destruir “al diablo”. la creencia de que hay mente, inteligencia y vida en la materia. (Ver Ciencia y Salud 584:17–26.)
San Juan nos está diciendo que la depuración espiritual que libera del materialismo y el volver a nacer que resulta de ello, vienen a través del reconocimiento de nuestra filiación divina. Como se lee cada domingo en las iglesias de la Ciencia Cristiana: “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”. Nuestra esperanza en Cristo y nuestra comprensión de él, nos llevan a purificarnos nosotros mismos, y esta purificación revela (hace evidente) nuestro estado verdadero como hijos de Dios.
Este corto pero poderoso libro de la Biblia advierte a los fieles que se guarden de aquellos que niegan que “Jesús es el Cristo”, y de aquellos que niegan “al Padre y al Hijo” (2:22). El siguiente versículo continúa: “Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre”. La negación inconsciente o consciente de la espiritualidad que motivó y dio poder a la humanidad de Jesús detendría nuestro progreso espiritual porque nos separaría de Dios, advierte Juan.
El reconocimiento y comprensión de la naturaleza dual de Cristo Jesús — su espiritualidad y su humanidad — son necesarios para nuestro propio progreso espiritual, puesto que todavía necesitamos su ejemplo humano y divino en nuestros esfuerzos por purificarnos nosotros mismos. Necesitamos profundizar en lo que él experimentó, para encontrar a Dios y nuestro parentesco con Él. Y el paso clave es comprender que Cristo, la idea espiritual de Dios, fue la sustancia y poder de todo lo que enseñó e hizo Cristo Jesús (ver Ciencia y Salud, pág. 334).
El pedido de la Sra. Eddy de que se lean al final de los cultos tanto “la exposición científica del ser” como el “pasaje correlativo de las Escrituras”, es uno de los eslabones que une la Iglesia de Cristo, Científico, con la práctica del verdadero cristianismo. Estos mensajes nos impulsan a demostrar que el Cristo es la sustancia de nuestra adoración y la base para ser útiles a la humanidad.
Nueva biografía para niños
Mary Baker Eddy, a special friend se refiere a nuestra Guía como una niña vivaz e inquisitiva; una estudiante de la Biblia, perceptiva y de ánimo espiritual; y una afectuosa madre y amiga. Ilustrado completamente a colores, este libro de 36 páginas, en inglés, habla acerca de los acontecimientos que impulsaron el descubrimiento de la Ciencia Cristiana, de cómo se escribió Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, del establecimiento de la Iglesia de Cristo, Científico, y de las publicaciones periódicas, incluso el The Christian Science Monitor. “Apacienta mis ovejas”, un poema favorito por la Sra. Eddy, está incluido en este libro.
El texto, primeramente publicado en el Christian Science Sentinel del 1.° de septiembre de 1980 y en el Heraldo de diciembre de 1981, fue ampliado por la autora Karin Sass para el libro. Los bellos dibujos de Christa Kieffer, en páginas enteras, ilustran con exactitud las costumbres de la época y dan un discernimiento adicional sobre la vida de la Sra. Eddy.
Puede usted comprar Mary Baker Eddy, a special friend (en inglés solamente) y otros libros para niños (en español), en las Salas de Lectura anunciadas junto con las iglesias que las patrocinan, en las últimas páginas de esta publicación.
El Culto de Acción de Gracias en todo el mundo
Para los Científicos Cristianos, el Día de Acción de Gracias, dondequiera y cuando quiera que se celebre, es una ocasión importante. Ayuda a llenar su corazón de gratitud hacia Dios por todas las maneras en que Su presencia se ha hecho sentir, especialmente a través de la oración y de una sincera búsqueda. El culto de Acción de Gracias estipulado en el Manual de La Iglesia Madre por Mary Baker Eddy, ofrece bendiciones incomparables para todas las iglesias filiales y sociedades en todo el mundo, no solamente para las de los Estados Unidos. Esto es así, porque la gratitud por Dios es natural en todas partes, y porque el dar gracias es un elemento básico en el crecimiento individual. El agradecimiento promueve la misión de nuestra Iglesia de difundir el entendimiento espiritual de Dios que sanará y salvará al mundo. Contribuye a la paz y al progreso de la humanidad universal.
La Sra. Eddy apoyó la decisión de las iglesias filiales, en Europa y en otros lugares, de llevar a cabo un culto de Acción de Gracias. Por ejemplo, en 1903, ella escribió a unos estudiantes en Londres: “Su ‘Día de Acción de Gracias’, instituido en Inglaterra el día de Año Nuevo, es un paso de adelanto que expresa su agradecimiento y da al ‘Feliz Año Nuevo’ un significado más elevado. Ustedes no han sido impelidos a esta acción por los atractivos de la riqueza, el orgullo y el poder, el ímpetu vino de lo alto: es moral, espiritual, divino” (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 252).
Cuando un culto de Acción de Gracias es celebrado por una filial fuera de los Estados Unidos — y esto es ciertamente estimulado — puede celebrarse cualquier día del año con excepción de los domingos o miércoles.
La sección “Actividades de la Iglesia”, en La Iglesia Madre, puede ayudar a contestar cualquier pregunta que se les quiera hacer acerca de este culto.
The First Church of Christ, Scientist
Church Activities, A–161
Christian Science Center
Boston, MA 02115 E.U.A.
[Extractos compilados de la sección “The Church in Action” del The Christian Science Journal.]
