Es importante que los niños de la Escuela Dominical aprendan lo que realmente dicen las “Primeras lecciones”, Ver Mary Baker Eddy, Manual de La Iglesia Madre, Art. XX, Sec. 3. porque esto los lleva a captar su significado. La letra tiene que aprenderse. Sin embargo, el memorizar la letra es sólo una ayuda, y no el fin en sí mismo. He aquí lo que la Sra. Eddy pidió que uno de sus empleados escribiera en respuesta a una carta sobre este tema:
“Cuando nuestra Guía dio los Estatutos sobre los ‘Temas para las Lecciones’ de la Escuela Dominical, su intención no fue la de limitar la instrucción de la Escuela Dominical a la rutina de memorizar la letra de señaladas porciones de las Escrituras. Lo que ella quiso decir fue que a los niños se les debía enseñar el significado de los Diez Mandamientos, el Padre Nuestro con su Interpretación Espiritual y las Bienaventuranzas. Estos fundamentos espirituales deben ser explicados de tal manera mediante ejemplos prácticos y demostraciones diarias de amor, obediencia y bondad, que el niño pueda captar su espíritu, comprenderlos y, por consiguiente, interesarse en ellos.
“Este trabajo, como pronto verán, requiere un consagrado e inteligente esfuerzo de parte de todos los que trabajan en la Escuela Dominical. Significa demostrar aquel amor que hace obras. Enseñarle al niño las palabras ‘No tendrás dioses ajenos delante de mí’, relativamente es tarea fácil. Enseñarle el significado de este mandamiento de manera tan concienzuda que lo capacite para demostrar, y demuestre, en su vida que realmente no tiene otros dioses delante del bien, es el gran privilegio del maestro de la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana”.Christian Science Sentinel, del 3 de marzo de 1906, pág. 424.
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