Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

La enseñanza de la educación especial y la calma que proviene de la oración

Del número de noviembre de 1990 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La confianza en sí mismo y el autocontrol son cosas que a todos nos gustaría dar a nuestros hijos, si pudiéramos. Pero estas cualidades a menudo vienen a través de lecciones duramente aprendidas. ha visto directamente las recompensas de estas lecciones. Durante once años, trabajó con niños con problemas emocionales y con niños considerados incapacitados para aprender normalmente. Cuando le hicimos esta entrevista ella era maestra de educación especial. Encontraba el trabajo muy gratificador, en especial cuando confiaba en la oración y en una creciente comprensión de la naturaleza y el propósito reales del hombre.

Joanne, ¿cuáles son algunas de las exigencias de una clase de educación especial?

Para que un alumno sea puesto en un curso de educación especial, tiene que haber tenido una mala experiencia o no haber podido terminar con éxito otro curso. A veces los niños han experimentado dos, tres o cuatro fracasos, algunos hasta han sido expulsados de su guardería infantil. Tuve una niñita que me contó una experiencia espantosa que le ocurrió cuando tenía cuatro años, y todavía se acordaba. La mayoría de mis alumnos son niños que han sido catalogados “con disturbios emocionales”. Algunos de los alumnos de la enseñanza especial son niños que tienen problemas en su hogar.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / noviembre de 1990

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.