Estan Sucediendo Grandes cambios en nuestro mundo. Cambios revolucionarios. Y, sin embargo, en muchos casos parece como si no fueran ampliamente reconocidos. Esta es una transformación que no se puede medir y analizar con facilidad. Pero la pueden percibir aquellos que tienen corazón. Los hechos están a la vista para aquellos cuyos sentidos están abiertos al amanecer de la verdad.
Esta transformación no ocurre debido a las fuerzas del mercado o a revueltas políticas, ni es el resultado de conflictos armados o de la producción de nuevas formas de pensar, laboratorios o seminarios. El cambio más grande de nuestros tiempos está ocurriendo en el reino de la consciencia humana, y la causa del cambio es un libro.
A primera vista, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy no parece ser un manifiesto revolucionario. Contiene poco de lo que podría ser denominado teoría pura; no ofrece ninguna consigna política, ninguna propaganda. No es un libro sobre revolución; más bien, es un libro que, cuando se ha reflexionado acerca de él y se lo ha entendido y aplicado, está instigando, exigiendo, impulsando a que haya una regeneración radical y progreso espiritual en la vida humana. Las personas enfermas sanan al leerlo. Aquellos que han sido prisioneros del pecado que se destruye a sí mismo, han encontrado libertad.
No son las palabras del libro por sí mismas sino el Cristo, la Verdad, que ellas revelan lo que instiga, exige e impulsa este cambio de pensamiento. Todo el universo siente el efecto de la respuesta de cada persona a la llamada de Jesús de que se arrepientan: ser totalmente reformado en mente y espíritu, para manifestarse como hombres y mujeres espirituales en Cristo.
Las cartas que recibimos de nuevos lectores de Ciencia y Salud, describen en forma simple y profunda lo que les sucedía cuando lo leían. Ellos hablan de “alboroto espiritual” y que su vida “ha cambiado completamente”. Dicen de él, claramente: “He recuperado la vista”. “Mi úlcera fue sanada”. “He recobrado mi capacidad normal de memoria”. Y en forma poética: “Me siento como si hubiera vuelto al ‘hogar’, al lugar que amaba, que había dejado de una u otra manera por error”.
El efecto del libro es que puede hacer cambiar radicalmente el propósito de la vida del lector. Uno de ellos escribe: “He encontrado paz interior.. . y estoy guiando a otros hacia la paz”. Otro habla de su nuevo deseo, “de estar en la práctica pública de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens)”. Alguien de un pueblo pequeño escribió: “Al principio estudiaba solo. Ahora somos cinco”.
Ciencia y Salud no es un libro para encontrar información acerca de cómo mejorar humanamente; no es un refugio para los egoístas. Es un libro profundamente cristiano que se apega firmemente al claro credo del Apóstol Santiago: “Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”. Sant. 2:18. Y en la promesa de Jesús: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra.. . conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
Jesús definió el requisito esencial para ser hechos libres: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos.. . ” Juan 8:31, 32. La traducción de The New English Bible dice: “Si viven conforme a la revelación que yo he traído, seréis verdaderamente mis discípulos.. . ” Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana siguió, vivió, las palabras del Maestro. A través de años de búsqueda y de anhelo, esforzándose por encontrar un genuino entendimiento espiritual y una salud permanente, fue impulsada a explorar las Escrituras en toda su profundidad. Las palabras de Jesús, y las leyes divinas sobre las cuales estaban basadas, se volvieron tan reales y familiares como su propia casa. Literalmente vivía “conforme a la revelación” que Jesús había traído.
A través de la misma luz de la revelación que Dios nos dio, llegó su libro, Ciencia y Salud. Al escribir acerca de la recepción que recibió el libro cuando se editó por primera vez, ella dijo: “.. . las críticas manifestaron que era incorrecta, contradictoria, no científica, no cristiana; pero en las balanzas de Dios, esas opiniones humanas no pesaron ni lo que pesa una pluma. El hecho es que el libro de texto de la Ciencia Cristiana está transformando al universo”.Esc. Mis., pág. 372.
Observemos los signos de transformación
Tal como en los días de Jesús, la curación coincide con el renacer y la reforma. Este es un libro que nos muestra cara a cara que Dios es Amor infinito, la única inteligencia o Mente del universo, revelada a través de la actividad del Cristo siempre presente. Aprendemos que el hombre es la completa creación espiritual de Dios, y lo que en realidad significa ser hecho a la semejanza de Dios y ser amado fielmente por nuestro Hacedor.
Al leer este libro, ya sea por primera vez o que lo haya vuelto a leer después de muchos años, o que siga con la investigación y el descubrimiento diarios, usted debe esperar que se efectúe una transformación. Como el efecto de la luz y del calor sobre el plantío, es natural esperar señales de crecimiento. ¿Cuáles podrían ser algunas de estas señales?
• El deseo espontáneo de ayudar y de sanar a los demás. Aquellos que ceden al poder naturalmente transformador del libro se convierten en sanadores, para ellos mismos y para los demás. Anhelan ayudar a los demás a que sepan acerca de la libertad que ellos han encontrado.
• Algunas preguntas de los amigos y vecinos. ¿Qué tiene que ver la ciencia con el cristianismo? ¿Por qué generalmente ustedes no tienen temor? ¿Cómo pueden estar tan seguros de que Dios existe y de que cuida de nosotros? ¿Cómo puedo encontrar la paz que ustedes tienen? ¿Me pueden decir cómo oran? Una vida transformada por el libro irradia luz espiritual.
• Estar hambriento de aprender como un niño, querer dar sin temer como un niño. Si somos transformados en alguna medida cada vez que abrimos el libro, ninguna renuencia a ser testigos del libro podrá impedirnos compartirlo libremente.
• Una convicción sólida de que la oración por el mundo puede hacer una diferencia. Cuántas veces, como le ocurrió a Job en el Antiguo Testamento, algunos elementos de nuestra propia restauración y transformación aparecen cuando estamos orando por nuestros amigos. Cuán ricos son aquellos que consideran amigo a todo aquel que cae dentro del radio de su propio pensamiento, a todo aquel que necesita el toque del Cristo.
• El florecimiento de una profunda paz en nuestra propia consciencia, aun cuando el mundo por sí mismo pueda parecer que está muy lejos de llegar a ser “un reino pacífico”. La paciencia aguza nuestra percepción de la acción transformadora de la Verdad en el universo. Necesitamos tener paciencia con nosotros mismos y con los billones de personas que hay en el mundo. La transformación del universo está en marcha: un corazón reformado, una consciencia liberada y espiritualizada a la vez.
• La necesidad de beber de la copa de Cristo llena de las dudas e incredulidad de los mortales. Es necesario tener tierna compasión para responder a los pensamientos que creen sólo en lo que ven y sienten los sentidos físicos, y que hasta pueden descartar la evidencia clara de una curación a través de la oración, diciendo que son excepciones inexplicables. Cristo Jesús respondió a la incredulidad con pocas palabras y mucho amor, y con la apremiante seguridad de que sus seguidores harían “aún mayores [obras]”.
Hoy, como en 1875 cuando el libro fue puesto en circulación por primera vez, la publicación de este libro no está completa sin nuestra propia prueba de curación. Nuestras curaciones son las que mantienen nuestro entendimiento del libro vibrante y en crecimiento. Los testimonios que se dan los miércoles, que son publicados en esta publicación periódica y en otras, que se ofrecen de todo corazón, ayudan a hacer del libro una fuerza contemporánea en la sociedad y guían al pensamiento a entender el Principio de la Ciencia divina, a Dios y Sus leyes salvadoras.
Eliminemos la censura
La naturaleza humana se resiste al cambio del mismo modo que un lecho resiste el ser cavado dentro de un cañón. Cuanto más dura es la roca más lento es el cambio. Como Kaspar Hauser, ermitaño desde su infancia, Véase Ciencia y Salud, págs. 194–195. los mortales a menudo prefieren su familiar oscuridad a la luz del día.
No fue una sorpresa para la Sra. Eddy que a menudo su libro fuera recibido con resistencia y rechazo. Aunque ella esperaba que el pensador abierto a nuevas ideas y los líderes religiosos aceptaran por lo menos el desafío que presenta el libro de mirar más allá del punto de vista materialista de la vida, Dios, y la naturaleza del hombre, ella también comprendió que las opiniones humanas se resistían obstinadamente a ser derrocadas. En la primera oración de su capítulo titulado: “Respuestas a algunas objeciones”, ella escribe: “Las críticas severas hechas a este libro quisieran condenar a olvido a la verdad, la cual está levantando a millares del desvalimiento a la fortaleza y elevándolos de un cristianismo teórico a un cristianismo práctico”. Más adelante en la misma página arroja el guante a los críticos y a los lectores amigos: “En la Ciencia Cristiana la mera opinión no tiene valor. La prueba es esencial para una apreciación correcta de ese tema”.Ibid, pág. 341.
Prueba. Hechos. Obras. Restauración de la salud y abandono del pecado. Vidas liberadas del temor. A medida que las verdades de las declaraciones del libro de la Ciencia del Cristo sean demostradas ampliamente, se demostrará que la censura no tiene ningún peso y la crítica ningún filo agudo. El verdadero filo agudo es el avance de la causa de la espiritualidad práctica; es lo que está sucediendo en los laboratorios de la consciencia humana en todo el mundo.
Si tenemos miedo de compartir el libro con un amigo que tiene una necesidad, podemos estar aceptando la cortedad de la resistencia de la mente mortal y sentirnos limitados por ella. El amor a Dios, a la Sra. Eddy como autora y Guía, y a la humanidad, disuelve todas las limitaciones para ofrecer el libro. El mismo tiene la declaración completa de la Verdad, y la misma Verdad que bendice al deseoso buscador, también protege al que comparte el libro con amor.
Debemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Estoy pensando sobre el libro como la Sra. Eddy lo hizo? ¿Estudio el libro como lo hizo ella? ¿Estoy esperando los mismos frutos por leer el libro y por compartirlo con los demás, que ella esperaba? ¿Estoy observando las señales inevitables que están sucediendo debido a la transformación espiritual? ¿Quiero lo suficiente a mi vecino como para darle lo que yo más amo? ¿En qué medida deseo que los demás tengan esta clave del inestimable poder de la Biblia para sanar y salvar? ¿Estoy reconociendo, sin tener en cuenta las apariencias superficiales, el deseo innato de cada niño, mujer y hombre de conocer a Dios y de sentir el amor de Dios que consuela en tan grande medida?
Piense en las posibilidades. Alrededor del mundo, en este preciso momento, los pensadores imparciales y otros que pueden tener dudas e interrogantes están abriendo Ciencia y Salud. Pero cada uno es un buscador. Cada uno está añadiendo un impulso a la transformación del universo que está produciendo la Verdad. Que cada lector sienta la profunda certeza de la primera declaración que encontramos al abrir el libro: “Para los que se apoyan en el infinito sostenedor el día de hoy está lleno de bendiciones”.Ibid, pág. vii.