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LA ORACIÓN PUEDE SER SENCILLA

Original en finlandés

Del número de octubre de 1998 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Joskus Yksinkertainen rukous on tehokkaampi kuin pitkä. Monet ihmiset kuitenkin ajattelevat, että rukous on jotain juhlallista ja vaikeaa tavalliselle ihmiselle.

A veces una oración sencilla es eficaz que una muy elaborada. Muchas personas suponen que la oración es algo solemne y difícil para una persona común. Quizá piensen que no pueden orar si no recuerdan una oración específica; o si han estado demasiado ocupados para leer la Biblia, o para pensar en una oración larga.

Pero Dios no necesita de palabras humanas para entender nuestras oraciones, puesto que Dios oye y conoce nuestros pensamientos, aun sin palabras. La Sra. Eddy escribe: “Los pensamientos inexpresados no los ignora la Mente divina”.Ciencia y Salud, pág. 1. El ejemplo que sigue, muestra cómo se puede orar sin palabras.

Hace algún tiempo tenía que realizar una tarea; como había mucho por hacer, planeaba hacerlo con una amiga. Sin embargo, parecía que mi amiga estaba muy cansada y abrumada, y casi perdí la esperanza de que me ayudara. Aun así, yo necesitaba de su ayuda, y ella me había prometido hacer su parte. Por un tiempo, no pensé en el asunto en lo más mínimo. Entonces vi un programa de televisión sobre África, en el que una mujer caminaba con gracia y naturalidad, llevando encima de su cabeza una canasta llena de fruta.

Me vino a la mente la situación de mi amiga. De pronto me di cuenta de que la carga contra la que ella estaba luchando, no tenía que causarle más problema de lo que la canasta de fruta jugosa y refrescante, le causaba a esa mujer que la cargaba con tanta facilidad. Siempre que ella mujer ella me venía al pensamiento, la veía sin más carga de la que llevaba la mujer con la canasta de fruta encima de la cabeza. Me di cuenta de que mi amiga era espiritual, una hija de Dios; y que no podía estar más cargada de exigencias materiales de lo que pudiera estarlo Dios. La siguiente vez que vi a mi amiga, ella se veía descansada; y juntas terminamos bien el trabajo.

El ver al hombre como una idea espiritual creada por Dios, es una manera sencilla de orar. También hay otras maneras, como el reconocer de todo corazón a Dios como la fuente de toda curación.

Una vez, una amiga me pidió que orara por ella para sanarla de un malestar físico menor, que según recuerdo, era un dolor de cabeza. Yo había tenido un día muy atareado, y me había olvidado de orar por ella; fue en la noche cuando recordé mi compromiso. Ya estaba acostada cuando decidí que tenía que hacer algo. Sumamente cansada, elevé mi pensamiento a Dios y mentalmente dije: “¡Auxilio!”, y me quedé dormida. Al día siguiente vi a mi amiga, y ella me preguntó: “¿Qué hiciste por mí anoche? Fue muy eficaz; me siento mucho mejor”.

Las personas del Antiguo Testamento vivían con mucha sencillez; y en sus experiencias, a menudo la respuesta a la oración venía como una visión. Los pensamientos pueden ser delineados hasta formar una imagen, de manera que uno casi puede “ver” su oración. Algunas personas le dan un enfoque espiritual a sus actividades deportivas. Por ejemplo, un joven Científico Cristiano oraba mientras corría diez kilómetros cada mañana; en cierto sentido esta actividad le daba “alas al pensamiento”. Para otros, la música es una forma de expresión espiritual que les ayuda a sentirse cerca de Dios.

Puede ser fácil orar. Durante miles de años la gente ha podido orar naturalmente. En el desierto, los profetas buscaban a Dios cuando ellos mismos, o sus pueblos, necesitaban ayuda. Moisés oró a Dios, y golpeó la peña con su vara a fin de obtener agua para su pueblo, sediento y cansado. Véase Éxodo 17:1–6. Esta fue una oración que la gente entendió, y que respondió a su necesidad humana. Y Jesús, sin decir palabra, a menudo sanaba a quienes padecían enfermedades graves.

Los personajes históricos de la Biblia sabían orar de una manera sencilla, y las enseñanzas de la Christian Science nos muestran que todos podemos orar de esta forma sencilla y eficaz. Dios está tan presente ahora, como lo estuvo las curaciones bíblicas ocurrieron; y Él oye nuestra oración.

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