Oh Dios.
Haz que Agar cese en su llanto
y Sara vuelva a reír.
Haz que Isaac e Ismael se encuentren
y se reconozcan
junto al Pozo del Viviente que-me-ve.
Haz que Jacob y Esaú se abracen
en un mutuo obsequio de amor fraternal.
Haz que del camino de Ramá
Raquel vuelva consolada,
oh Dios
que el Consolador tome su mano
y la guíe donde sus hijos están.
Tú que en un principio has hecho descender las aguas,
apacigua ahora el fuego...
Soltaremos la paloma
¡que no retorne más!