Sebelum saya mengenal ilmupengetahuan kristen, saya adalah pemeluk agama protestan.
Antes de conocer la Christian Science yo seguía las enseñanzas de una religión protestante. Nuestra numerosa familia, una familia cristiana, conocía la Biblia, pero en realidad no la entendimos hasta que Ciencia y Salud nos reveló su significado espiritual.
En el pasado, yo había sufrido de una enfermedad pulmonar crónica, y recibí tratamiento en un hospital durante seis meses. Después de un estricto régimen médico, parecía que había sanado de la enfermedad.
En 1976 tuve que tomar un curso en Jakarta. Mientras estaba ahí hubo una conferencia sobre la Christian Science en el mismo edificio en que tomaba mis clases. Como me consideraba cristiano, fui a la conferencia. Acepté revistas de la Christian Science y las empecé a estudiar diligentemente, pues percibí que estaba obteniendo un nuevo entendimiento de las enseñanzas de Cristo. Esto me dio una esperanza tan grande, que pude desprenderme fácilmente de los viejos conceptos acerca de Dios.
Como en mi ciudad había una iglesia de la Christian Science, inmediatamente la busqué, y la encontré. Me dieron una calurosa bienvenida y me obsequiaron una copia de Ciencia y Salud. Estudié este libro todas las noches, y me acompañaba hasta cuando mis obligaciones me llevaban fuera de mi ciudad.
En una ocasión en que tenía un sinnúmero de obligaciones, me enfermé, posiblemente debido al cansancio. Después que el médico de la empresa me examinara, me ordenaron tomar tres meses de descanso porque había reaparecido la enfermedad pulmonar. El médico determinó que los pulmones estaban dañados y que el tratamiento médico sería muy complicado. Me recetaron diez frascos de medicinas, pero nunca hice hacer la receta.
Aproveché el descanso para estudiar Ciencia y Salud. Estaba seguro de que Dios es supremo, mi único “médico”.
Primero leí el capítulo “Los frutos de la Ciencia Cristiana” y traté de extraer la esencia del entendimiento espiritual expresado en las experiencias de los que habían sanado. Leí repetidas veces un testimonio titulado “Curación Rápida de Tuberculosis”. Esa primera noche estuvo verdaderamente llena de la luz de la Verdad, plena de alegría. Al llegar la mañana tenía la firme convicción de que sanaría si esas otras personas habían sanado. ¿Por qué no iba a sanar yo también? El mismo Dios que los había ayudado a ellos, me podía ayudar a mí. Pensé en las palabras escritas en el Prefacio de Ciencia y Salud: “Para los que se apoyan en el infinito sostenedor, el día de hoy está lleno de bendiciones” (pág. vii). Tenía ahora la convicción de que Él me estaba ayudando.
Cuando un especialista en problemas pulmonares examinó las placas de rayos X que me tomaron, declaró que no encontró problema alguno. La gerencia y el médico de la empresa en que trabajaba dudaron del dictamen de este médico y me enviaron, acompañado de un experto en salud, a uno de los principales hospitales del gobierno, donde me hicieron un examen más riguroso. Por diez días fui examinado y me tomaron rayos X. De comienzo a fin se manifestó el mismo resultado: no tenía problema alguno.
Sentía profunda gratitud al Dios infinito y lleno de regocijo por esa demostración de Su gran amor. Ahora las dudas de mis supervisores habían desaparecido, y me pidieron que volviera al trabajo. A partir de ese momento comencé a ir a los servicios de la iglesia de la Christian Science. Me hice miembro y he participado en muchas de sus actividades, llegando a ser inclusive uno de sus lectores.
Yogyakarta, Indonesia