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La biblioteca de la pionera

Del número de junio de 2002 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


“Mi capítulo”

Estas Dos palabras, escritas por Mary Baker Eddy entre unos versículos de su Biblia, dan una conmovedora y poderosa visión de su vida. Su nota, escrita a lápiz, aparece al final del Evangelio según San Juan, y resume el sexto capítulo, un capítulo que incluye algunas de las más profundas enseñanzas de Jesús y las más difíciles de aceptar. Las ideas sagradas que estaba predicando eran de tal profundidad, que algunos de sus seguidores dijeron: “Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?”, y ellos “ya no andaban con él”. Juan 6:60, 66. Un hecho similar sucedió en la vida de la Sra. Eddy. Algunos de sus primeros y más promisorios estudiantes le dieron la espalda porque ya no podían o no estaban dispuestos a comprender ni a permanecer con ella durante la época en que enseñaba, escribía e iniciaba su Movimiento. En esos momentos de soledad ella se volvía a su Biblia, como su guía, su solaz y como un refugio seguro para sus profundos sentimientos y esperanzas para la humanidad.

Al recordar la curación ocurrida en 1866, que marcó su descubrimiento de la Christian Science, ella escribió: “Durante tres años, después de mi descubrimiento, busqué la solución de ese problema de la curación por la Mente, escudriñé las Escrituras y leí poco de otras cosas, me mantuve alejada de la vida social y dediqué tiempo y energías al descubrimiento de una regla positiva”.Ciencia y Salud, pág. 109.

La biblioteca personal de la Sra. Eddy empezó a desarrollarse temprano en su vida, e incluyó colecciones de artículos, recortes de diarios, cuadernos de caligrafía y libros (incluso un manual homeopático), nada raro para una mujer del siglo XIX, de gran curiosidad espiritual e intelectual. Uno de los libros principales de esa biblioteca era la Biblia. En su colección de Biblias, ella subrayó, marcó e hizo anotaciones; con ellas oraba, estudiaba y escribía. Comparaba la revelación espiritual que la había sanado con las enseñanzas y curaciones de la Biblia. Las Escrituras — con sus profecías del Antiguo y del Nuevo Testamento, y los relatos de los Evangelios — constituían para ella una incomparable biblioteca de la vida de Jesús y de su obra transformadora. Algunos de los primeros y más largos escritos de la Sra. Eddy fueron interpretaciones y comentarios bíblicos. A principios de la década de 1860, ella escribió 600 páginas de comentarios y exégesis del Génesis. Los 66 libros de la Biblia fueron la principal biblioteca a la que recurría esta pionera espiritual.

En los años que siguieron, aumentó su colección de libros de referencia. La biblioteca creció en tamaño conforme la gama de temas que le interesaban aumentaba en alcance y profundidad. Su curiosidad acerca del mundo y la política, geografía, filosofía, teología, arte y ciencia, hizo que ella continuamente añadiera libros y publicaciones, folletos y revistas a su biblioteca de trabajo.

Mary Baker Eddy buscó la Ciencia del ser — la ontología — la Ciencia de las ciencias. Ella describió su descubrimiento de la Christian Science como una reconciliación de la rezón con la revelación, y ese descubrimiento necesitaba de palabras y metáforas que fueran comprensibles y aceptables para el pensamiento de la mayoría de la gente.

Siglos antes, Cristo Jesús se refirió a los sucesos y al ambiente de Galilea en sus enseñanzas al hablar de siembra, cosecha, redes, soldados y fariseos. En el siglo XIX, la Sra. Eddy escribió sobre sermones, invenciones, política, guerras y los sistemas de salud de la época. Para que su descubrimiento pudiera ser un tema de conversación entre la gente, necesitaba de un vocabulario, puntos de referencia y vínculos con el pensamiento de la época. Su colección de materiales de estudio, limitada, pero útil, la ayudaron a cumplir ese requisito.

Un examen de su biblioteca, en preparación para La Biblioteca Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad, está revelando algunas de estas referencias. En su obra principal y libro de texto, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, ella escribe sobre el sistema dietético de Graham, una referencia a Blackstone, erudito en leyes, y seis referencias al trabajo del naturalista Louis Agassiz. En el libro de texto de la Christian Science, y en sus obras posteriores, ella escribe de guerras y batallas, de política y poder judicial; de física y astronomía, de música, escultura y pintura. Las referencias en su biblioteca personal la ayudaron a investigar, y a dar solidez a sus escritos. Nada menos podía hacer justicia a la revelación espiritual que trajo luz a su vida, y que exigía ser compartida con la humanidad.

Esta pionera abrió el camino, y dejó señales para que otros la siguieran. El destino final — el pleno ejercicio y comprensión de la Ciencia del ser — era su meta. En Ciencia y Salud, la Sra. Eddy habla de esa meta: “A la descubridora de la Ciencia Cristiana se le hace menos difícil el camino cuando tiene siempre presente ante sus pensamientos la meta elevada, que cuando cuenta los pasos al esforzarse por alcanzarla. Cuando el objetivo es deseable, la expectativa acelera nuestro progreso. La lucha por la Verdad nos fortalece en lugar de debilitarnos, nos da descanso en vez de fatiga”. Ibid., pág. 426.

La Sra. Eddy mantuvo en mente su meta elevada, pero aunque ella no contó sus pasos, sí los anduvo. Hoy es interesante saber más sobre esos pasos, para ver las señales a lo largo del camino y las encrucijadas de su recorrido, para aprender de su “lucha por la Verdad”.

Los escritos de la Sra. Eddy empezaron a partir de la revelación. El estudio, la oración, la investigación y el razonamiento se unieron para expresar esta revelación. La formación de su biblioteca fue un medio práctico e inevitable en la vida de esta pensadora pionera y revolucionaria.

Su biblioteca comenzó con la grandiosidad de la Santa Biblia. Las referencias crecieron en respuesta directa a la necesidad de saber qué estaba sucediendo en el mundo que la rodeaba. La Biblioteca Mary Baker Eddy, un recurso del siglo XXI, proporciona un espacio en el cual aprender, seguir los hechos y comprender más de la lucha y la fortaleza, del cansancio y el descanso, en la vida de esta pionera. Los recursos de esta biblioteca de la “segunda generación” ayudarán a que comprendamos la revelación y el razonamiento que enseña su vida, grandiosa y llena de logros. Ante la luz y vida de la Sra. Eddy, la humanidad ciertamente conocerá más de su propia luz y su propia vida.

La biblioteca que utilizó la pionera resultó de gran ayuda para dar a conocer y describir su descubrimiento y fundación de la Christian Science. La nueva biblioteca, este nuevo hogar para el registro de la luz y vida de Mary Baker Eddy, iluminará — para las generaciones presentes y futuras — la magnitud de la contribución espiritual de esta valiente maestra, autora, conferenciante, redactora, Guía, Fundadora y pionera inspirada por Dios.

Mi capítulo

El encontrar estas simples palabras, escritas a lápiz en la Biblia de la Sra. Eddy, corre la cortina del tiempo para revelar algo inesperado de su propia visión respecto a su papel como la Descubridora y Fundadora de la Christian Science. Esta biblioteca proporcionará otras muchas revelaciones sagradas, porque su objetivo es honrar la luz y vida de Mary Baker Eddy.


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