SUPONGAMOS que usted y yo estamos en alguna aldea de Galilea, y escuchamos hablar a Jesús. Y seamos bondadosos con nosotros mismos e imaginemos que somos la clase de oyentes que él llamo "buena tierra", en los cuales sus palabras dieron fruto "a ciento". Lucas 8:8.
Si así hubiera sido, ¿qué habría hecho luego?
Bueno, yo por lo menos estoy seguro de que habría necesitado tiempo para pensar, e incluso habría tratado de conversar con usted y con otras personas que hubieran escuchado y visto lo mismo que yo. Podríamos habernos preguntado: "¿Será posible que Dios sea tan bondadoso, tan real y tan cercano como Jesús dice que es? ¿Cómo es que los enfermos se puedan sanar, los cojos andar y los ciegos ver, instantáneamente?
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