¿Ha observado cómo ha aumentado el espacio que los medios informativos le dedican a la niñez? Sobre todo, la manera en que los entes no gubernamentales en diferentes países se ocupan de proveer alimentos y ropa a niños de comunidades de bajos recursos. Es bueno que a esta actividad se le dé publicidad. Pero es aún más alentador que las obras en pro de la niñez estén aumentando. Ciertamente, el cuidado de los niños hoy es la mejor inversión que podemos hacer.
Al poner nuestra mirada sobre el tema de los niños en las primeras páginas de este número, queremos aunarnos a la corriente de madurez social que en muchas comunidades se está haciendo más evidente. Pero más aún, queremos destacar el papel que juega la espiritualidad cristiana en la solución de problemas, a nivel familiar y comunitario.
Otro tema que preocupa al mundo hoy es el terrorismo. Si bien utilizamos este término, "terrorismo", para simplificarnos la vida, tendríamos que preguntarnos si todo el mundo lo llama así. Evidentemente no, para los que es un último recurso de protesta, desesperación y odio. Aunque si, para los que es un recurso cobarde de involucrar a inocentes en una guerra de la que no tienen arte ni parte. Analizar este tema está fuera del propósito de esta publicación. Pero presentar ideas para sanar las heridas, tanto de los que se han visto envueltos en el terrorismo como de los que sufren sus consecuencias, es nuestra labor. Y lo hacemos, como lo hemos hecho en otras oportunidades, con dos artículos que proponen una solución espiritual.
Un tercer tema que ocupa la atención pública es el que se refiere al gobierno, el del país donde cada uno reside. Aquí, el aporte de dos colaboradores, uno que presenta ideas extraídas de la Biblia y el otro, de su experiencia en la labor gubernamental, muestran una perspectiva espiritual que nos ha de dejar pensando en soluciones y no en problemas.
Esperamos que éstos y los demás temas que este número trata lo ayuden a ver cuán práctica es la espiritualidad cristiana para enfrentar y resolver los desafíos que a diario se nos presentan.
Con afecto,