Durante la guerra de Vietnam en 1969, fui piloto de helicóptero y a menudo me pedían que volara en medio de feroces batallas. Era miembro de la Compañía B del Batallón 158º de Helicópteros de Asalto, que daba apoyo aéreo a la División 101º de Infantería Aérea, transportando día y noche soldados y suministros a las zonas de combate, no importa cual fuere el estado del tiempo. No se podían cometer errores.
En esas situaciones sumamente peligrosas, era absolutamente necesario que fuera valiente y me mantuviera tranquilo y confiado. Para lograrlo, siempre que podía estudiaba los escritos de Mary Baker Eddy, en especial Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. Este profundo estudio que hacía durante mi época de servicio tuvo un efecto significativo en el bienestar de los miembros de la tripulación y los pasajeros que viajaban en mi helicóptero, así como en mí mismo.
Aprendí que era muy importante que yo siguiera el consejo que la Sra. Eddy da a los Científicos Cristianos: "...mantened la mente tan llena de Verdad y Amor que ni el pecado, ni la enfermedad, ni la muerte puedan entrar en ella... Los buenos pensamientos son una armadura impenetrable; revestidos de ellos estaréis completamente protegidos contra los ataques de toda clase de error. Y no sólo estaréis a salvo vosotros mismos, sino que también se beneficiarán todos aquellos en quienes pensáis". The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 210.