En los estados unidos donde yo vivo la obesidad es común. En Honduras donde nací hay un dicho: "Me quiero ir a los Estados Unidos porque allá la gente pobre es gorda". Es un dicho verídico pues una buena parte de los pobres en los Estados Unidos quieren ponerse a dieta.
Los medios de comunicación nos advierten que hay una epidemia de obesidad en este país: la mayoría de los adultos tienen sobrepeso y uno de cada tres niños y adolescentes es obeso. Esto genera millones para los negocios dietéticos, aunque muy pocas dietas funcionan a largo plazo.
Las sugerencias comunes para contrarrestar la obesidad son comer menos y hacer más ejercicio. Pero son pocas las personas que tienen la disciplina de hacerlo. Los psicólogos y médicos dicen que las personas obesas son así por muchas razones. Entre las más discutidas, se dice que tratan de satisfacerse psicológica y emocionalmente con la comida, o que su metabolismo es ineficiente, o que ingieren alto contenido de grasas. La buena noticia es que éstos y otros argumentos tienen curación en la Christian Science.
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