Alegría, reuniones familiares, regalos, charlas con amigos, callada contemplación, renovación espiritual, son algunas de las actividades Y sentimientos con que el mundo cristiano recibe la Navidad. De hecho, esta festividad incluso produce muchas de esas mismas imágenes en partes del mundo que no son cristianas. Lo que ocurre es que la Navidad conmemora el suceso de mayor importancia en la historia del mundo y para toda la humanidad: el nacimiento de Cristo Jesús, el Hijo de Dios.
La unidad continua del hombre con Dios no tiene comienzo ni fin.
Hoy en día, escudriñamos los cielos para descubrir si existen otros seres en el universo. Tratamos de averiguar el origen de la vida y enviamos sondas espaciales para estudiar los planetas y tratar de comprender cómo fueron formados y de qué materiales están compuestos. Sin embargo, el acontecimiento que celebramos en la Navidad, y que tuvo lugar hace más de dos mil años, sondea justamente estos mismos temas. Trastorna todo concepto y razonamiento material, y desintegra la teoría de que la materia sea sólida. ¿Por qué? Porque Jesús nació de una virgen.
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