Querido Heraldo:
Quien suscribe este testimonio ha pasado por todas las pruebas y piedras en el camino, pero por ser creyente, Dios me salvó de varias circunstancias difíciles.
Debido a que siempre fui una persona muy difícil, de mucha personalidad, perdí mi mi matrimonio y me separé de mis hijos. Luego tuve varias relaciones amorosas, pero viví un fracaso tras otro, incluso me despidieron de mi trabajo por quiebra. Puesto que ya tenía edad como para jubilarme, así lo hice, pero tuve que esperar 20 meses de trámites, hasta poder cobrar mi jubilación. Mi situación era muy precaria. Padecía hambre y tuve que vender todo lo que tenía en mi casa.
Tres meses antes de cobrar el primer mes, conocí y me casé con una señora de gran calidad humana, que es estudiante de la Christian Science. Ella captó cómo era yo, pero también percibió mis sentimientos y mi nobleza. Poco a poco ella me hizo ver que la fe lo puede todo. También me dio a conocer el libro Ciencia y Salud por Mary Baker Eddy. Sus oraciones y la lectura de este libro me transmitieron una fuerza desconocida, me transformaron y me dieron unas ganas tremendas de salir adelante.
Cuando empecé a cobrar mi jubilación decidí guardar unos pesos para empezar a reparar mi casa, prácticamente hacerla de nuevo. Tardé tres años en terminarla. En ese ínterin, la oración me protegió. Tuve algunos golpes y lastimaduras. Un día incluso, estaba trabajando con un taladro cuando se rompió la mecha y la herramienta me pasó sobre el brazo y la muñeca. De inmediato afirmé la presencia de Dios; me lavé con jabón para quitarme la sangre que era abundante, y seguí trabajando. Hoy, prácticamente no ha quedado rastro del incidente.
A fines del año pasado nos mudamos, finalmente, a la casa, con gran ilusión. Sólo Dios sabe cómo lo logré. No disponía del dinero necesario y tenía algunos problemas de salud. Incluso me hicieron dos biopsias, y cuando quisieron hacerme la tercera, no asistí. Oré y me sentí protegido por Dios, y cuando el temor trataba de invadir mi pensamiento, lo rechazaba, y ahora estoy muy bien físicamente.
He comprobado que la oración tiene sus efectos y Dios responde. Hace todo tan fácil que no es que uno se quede sorprendido, sino que es nuestra fe y nuestro amor al prójimo. !Qué hermosa sensación de paz sentí cuando empecé a leer Ciencia y Salud! Aprendí que tengo cualidades apreciables y honorables que el Cristo me va revelando. Me sentí agradecido de saber que mi paz interior está en mi relación con Dios, y de reconocer que soy hijo de este Padre-Madre celestial que esperaba pacientemente para rescatarme de mis errores, temores, frustraciones, y de ser un picaflor sin sentido. Hoy mi transformación en mi vida personal se la debo a la Christian Science. Me da seguridad saber que nada puede lastimar mi identidad espiritual.
Quiero que todos aquellos que estén pasando lo que yo pasé, y se sienten frustrados, fatigados, sedientos de salir adelante, sepan que Dios bendice nuestro crecimiento espiritual.
Estoy muy agradecido a mi esposa por inculcarme las oraciones que son bendiciones silenciosas sobre toda la tierra. Gracias a Dios por el apoyo que me brindó.
Montevideo, Uruguay