CUANDO SÓLO EL ESPÍRITU SANA
TESTIMONIOS DE TODAS PARTES DEL MUNDO
Muy preocupada por una hemorragia vagina, hace aproximadamente un año decidí tomar una vez más el libro Ciencia y Salud y estudiarlo. Cuando lo abrí leí bajo el encabazamiento marginal “Conceptos insidiosos” que en parte dice: “la sangre nunca dio vida, y nunca la puede quitar” (pág. 376).
Esto me ayudó a calmar el temor que sentía y afirmarme en Dios con la seguridad de que sanaría por completo. Asimismo, fue de gran ayuda el pasaje en el Evangelio según San Mateo donde se cuenta de una mujer que llevaba doce años con un flujo de sangre y acercándose a Jesucristo tocó el borde de su manto y quedó sana (9:20). Me identifiqué con la fe que esa mujer debe haber tenido en el poder de Dios para sanar, tan bien expresado en la vida de Jesús. En mi oración en silencio busqué comprender más esa unión que tenemos con la Mente divina y como resultado de esto a los pocos días dejé de sangrar. Este problema no ha vuelto a presentarse y la curación ha sido completa.
Tiempo después, el dueño de la casa donde me acababa de mudar hacía dos meses, decidió dividirla para hacer apartamentos. Cuando se acercó para preguntarme qué iba a hacer yo, me dio la impresión de que quería que me fuera.
Soy comerciante y distribuyo una línea de perfumes y productos, así que comencé a orar para que Dios me guiara. En menos de tres días, al consultar el periódico encontré un lugar para alquilar y cuando lo fui a ver era exactamente lo que necesitaba. La casa estaba fuera de la ciudad, era amplia, y la renta era razonable. Al hacer el trato de inmediato, no solo conseguí la casa, sino que el precio resultó ser menor de lo que el anuncio decía.
El estudio de la Christian Science me ha hecho cambiar mucho. Ahora disfruto de mayor salud, siento que mi forma de pensar se ha expandido, tengo más retentiva y mucho más amor hacia los demás. Todo esto me ha ayudado mucho en las relaciones comerciales además de comprender mejor que Dios nos da el pan nuestro de cada día, no el pan nuestro de aquí a un mes. Dios nunca me ha dejado sin que me pueda ganar la vida, porque en mi profesión es difícil saber lo que uno va a ganar cada día. Sin embargo, Dios siempre me ha abierto las puertas no sólo para ganar lo necesario, sino para que abunde.
Otro aspecto importante en el estudio de la Christian Science es que me ha enseñado a orar de una manera que me ayuda a eliminar todo tipo de temor. Cuando oro me afirmo en todas las maravillas que Dios ha hecho en mi vida, y he comprobado que Él nunca nos desampara. Para mí se trata de una relación muy íntima con el Padre. A veces, he visto concretarse soluciones rápidamente, y cuando algo no se ha realizado, he comprobado que a la larga me convenía que así fuera. Simplemente dejo que el Espíritu se manifieste. He podido comprobar que, ciertamente, “el Amor divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana” (Ciencia y Salud, pág. 494).
San Juan, Puerto Rico