¿Fue alguna vez a una fiesta de disfraces? Todo el mundo se disfraza de alguien que no es. El enmascarado asume una identidad diferente y le encanta confundir a la gente. Al ocultar su identidad, puede hacer cosas que ni siquiera intentaría si se lo pudiera reconocer.
“En Mi totalidad no hay nada desemejante a Mí Mismo; en Mí no hay temor”.
El enmascarado más grande de todos los tiempos es un concepto falso que en la Biblia se le da el nombre de Satanás, Lucifer, diablo, serpiente, dragón, mente carnal, mentiroso, espíritu maligno. Isaías cita a Lucifer como diciendo: “sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”. Isaías 14:14. ¡Qué enmascarado más presuntuoso; el mal con la máscara del bien! Demasiado a menudo somos engañados por esta fase del mal. Hay incluso una expresión para describir a la gente que aparenta ser inocente, y detrás de la "máscara" se prepara para atacar; se dice que son lobos vestidos de ovejas. Así era Judas Iscariote, el desleal discípulo de Cristo Jesús. Judas se sentó con su Maestro en la última cena y su benigna apariencia ocultaba una terrible traición. No obstante, el mal no pudo engañar a Jesús, cuya consciencia espiritual y pura vio más allá de la máscara y anticipó exactamente lo que Judas iba a hacer.
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