DURANTE LA ÉPOCA DE NAVIDAD, EL PENSAMIENTO SE VUELVE A LA QUERIDA HISTORIA JESÚS, LA CUAL ENCIERRA UNA PROMESA DE CURACIÓN Y SEGURIDAD PARA EL MUNDO Y TODOS SUS NIÑOS. LAMENTABLEMENTE, EL ANHELO DE ATESORAR VERDADERAMENTE EL NACIMIENTO DE JESÚS Y SU MENSAJE, PUEDE QUE NO LLEGUE MÁS ALLÁ DEL UMBRAL DE NUESTRA PROPIA CASA, NI CONTINÚE DESPUÉS DE LAS FIESTAS.
Nuestras oraciones son suficientes para proteger a los niños del mundo.
Hombres y mujeres de todas las naciones y culturas, se esfuerzan por amar y proteger a los niños. Sin embargo, las duras realidades de la vida y sus temibles perspectivas pueden hacer que muchos consideren que proteger a todos los niños todo el tiempo, está fuera de nuestro alcance o es una tarea imposible de lograr. No obstante, las obras de curación de Jesús ilustran que Dios, nuestro Padre, nunca está fuera del alcance de Su creación. Dios protege la identidad de cada uno, sin excepción.
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