¡Bendita eres, Navidad!
Tu luz nació
donde jamás podrá triunfar
la tempestad.
Amado Cristo, eternal,
ni la canción,
ni el dulce llanto maternal
para ti son.
¡De Vida, idea eres tú!
El que en Belén
en carne vio la luz del sol,
tu sombra fue.
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