Siempre me trae mucha inspiración la definición metafísica que Ciencia y Salud da del hombre, donde Mary Baker Eddy afirma que el hombre es espiritual y perfecto y que no está constituido por elementos materiales (pág. 475).
Estas ideas me ayudaron mucho hace un tiempo, cuando comencé a notar síntomas que, por el hecho de ser química, sabía que eran una indicación de que podía tener cáncer.
Como siempre, recurrí a la oración para sanar y empecé a leer varias citas de Ciencia y Salud. Entre ellas la siguiente: “Poneos de acuerdo en que estaréis en desacuerdo con los síntomas iniciales de enfermedad crónica o aguda, ya sea cáncer, tuberculosis o viruela. Afrontad los estados incipientes de la enfermedad con una oposición mental tan poderosa como la que emplearía un legislador para impedir la aprobación de una ley inhumana” (pág. 390). Incluso me ayudó mucho la curación de cáncer que aparece en la página 611, donde la persona testifica: “Yo pensaba que estaba sola, y Dios estaba conmigo”. Insistí en el estudio constante de todas esas verdades espirituales acerca del hombre creado a semejanza de Dios, hasta que finalmente se produjo la curación total.
Como es de imaginar, el estudio de la Ciencia Cristiana ha producido un cambio radical en mi vida, gracias al cual fui aprendiendo a obedecer a Dios, y a dejar que se haga Su voluntad.
Recuerdo que mi primera curación fue de la vista, y lo logré encontrando inspiración en la lectura de El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Más recientemente, cuando me empezó a doler mucho un dedo del pie, tanto que no podía caminar, recordé una cita de Hechos, donde dice refiriéndose a Dios: “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos” (17:28). Esto me hizo razonar que si vivo y me muevo en el Espíritu por ser Su linaje, el dolor no podía proceder de Él, y como todo lo que realmente soy y poseo viene de Dios, el dolor no era parte de mí. Persistí orando en línea con esta idea hasta que la molestia desapareció por completo.
Estoy muy agradecida a Dios por haber comprobado en mi vida que estamos rodeados del bien y que podemos sentirnos seguros en Él.
La Mesa, Colombia