Hacía ya mucho tiempo que sufría de una úlcera en el estómago. Los dolores me despertaban por las noches y los médicos me decían que la única solución era una operación, además de una fuerte medicación.
Un día oí hablar de la Ciencia Cristiana y empecé a asistir a la iglesia. Además, me enteré de la labor de los practicistas de la Ciencia Cristiana y decidí comunicarme con uno de ellos para que orara por mí.
Cuando comencé a leer Ciencia y Salud encontré la Declaración Científica del Ser, donde Mary Baker Eddy afirma en parte: “No hay vida, verdad, inteligencia ni sustancia en la materia. Todo es Mente infinita y su manifestación infinita, porque Dios es Todoen-todo.. . El Espíritu es Dios y el hombre es Su imagen y semejanza. Por tanto, el hombre no es material, él es espiritual”. (Pág. 468)
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