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Artículo de portada

Ángeles protectores

Del número de septiembre de 2007 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Muchas veces al ver los noticieros y enterarnos de algunos hechos delictivos que afligen a la población, puede que nos preguntemos, ¿hay algo que pueda hacer yo por los que se sienten víctimas de estas situaciones?

El estudio de la Biblia nos muestra que hay soluciones espirituales que se presentan a medida que vamos aprendiendo más sobre la naturaleza de Dios como Amor y de la creación que está bajo Su cuidado. Y esto que aprendemos puede llegar a ser de gran ayuda para preservarnos en la eventualidad de que nos veamos involucrados en situaciones apremiantes.

Sentí que Dios estaba presente, protegiéndonos.

Mary Baker Eddy, autora del libro Ciencia y Salud, presenta en él diferentes términos que son útiles para comprender la naturaleza de Dios. Los mismos se hallan implícita o textualmente en la Biblia. Por ejemplo, ella dice que Dios es Mente, y esto nos lleva a pensar que Su universo está formado por ideas espirituales que lo llenan todo y tienen la naturaleza de su Creador. También en el capítulo 1° del Génesis en la Biblia, dice que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de su Creador y que todo fue creado “bueno en gran manera”. De esto se deduce que el hombre que Él creó no incluye agresividad, ni capacidad para dañar a otros. Otro término con que Ciencia y Salud describe a Dios es Vida, y esto nos lleva a pensar que puesto que el hombre está eternamente unido a Él, su vida no puede estar nunca en una situación de peligro capaz de separarlo de esa Vida que es Dios. Este hombre es nuestra verdadera naturaleza.

Estas ideas parecen contrastar mucho con lo que percibimos a través de los sentidos materiales. Sin embargo las ideas divinas están siempre al alcance de nuestra percepción, y cada uno de nosotros ha sido dotado por Dios de un sentido espiritual, de la capacidad de comprender a Dios y Su creación.

Dios nos da estas ideas y en momentos de necesidad podemos llegar a sentir Su presencia. Estas ideas espirituales son los que muchos han dado en llamar ángeles.

En la Biblia encontramos numerosos relatos en los que se presentan varones, o ángeles, que ponen a salvo a quienes están en peligro. En el libro de Daniel, hay un relato de tres jóvenes, Sadrac, Mesac y Abed Nego, que no quisieron cumplir con el mandato de un edicto del rey Nabucodonosor, el cual decía que todos los ciudadanos al sonar la trompeta, debían adorar una estatua de oro. Como ellos se mantenían igualmente firmes en adorar sólo al Dios único, fueron arrojados en un horno de fuego ardiendo. Cuando el rey miró dentro del horno, vio espantado que había 4 varones en lugar de 3 que se paseaban en el horno sin sufrir daño alguno. Según el relato, este cuarto varón tenía un aspecto semejante a hijo de los dioses. Esto nos invita a pensar que ese cuarto varón, ese ángel, era la expresión visible del pensamiento elevado de esos muchachos que reconocían la presencia constante de la fuerza espiritual de Dios con ellos.

Algunas veces llamamos intuiciones a la percepción de estas ideas, otras veces las sentimos simplemente como seguridad, afecto, protección. Pero siempre el efecto es que nos hacen sentir fortalecidos y a salvo. Este sentimiento llegó a ser muy tangible para mí en una oportunidad.

Una noche al salir de una reunión, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires que es considerada peligrosa, una amiga se ofreció a llevarnos en su auto a mi esposa, a un matrimonio amigo y a mí, hasta mi casa.

En cuanto nos subimos, aparecieron dos muchachos armados y tomaron control del auto mientras nos apuntaban con sus armas. Lo primero que vino a mi pensamiento fue que Dios y Sus ángeles nos estaban protegiendo. Sentí que Su presencia no nos abandonaría en ningún momento. Y la protección no sólo era para nosotros, sino también para esos muchachos que nos estaban llevando, manejando a alta velocidad.

En un momento determinado detuvieron el auto e hicieron bajar a las mujeres y continuaron el camino con mi amigo y conmigo. Pero un poco más adelante nos hicieron bajar a nosotros también sin que sufriéramos daño alguno. Sólo se llevaron nuestras chaquetas y las alianzas de matrimonio, que eran de oro, así como un equipo de sonido.

Ahí mismo donde bajamos, un vecino nos permitió llamar a la policía y a un taxi para volver a casa.

Pasados unos días, la policía encontró el auto y el seguro cubrió los daños; unos amigos juntaron el dinero necesario para comprar un nuevo equipo de audio, y unos familiares nos regalaron unos objetos de oro para hacer nuevas alianzas. Para mí, estos fueron gestos amorosos del Amor divino mostrándome que Su obra era completa.

Aunque estos hechos ocurrieron rápidamente, siempre guardo el pensamiento de que Dios y Sus ángeles estaban presentes, protegiéndonos y que esto fue mucho más fuerte y claro que todos los temores que pudieran asaltarnos.

El libro Ciencia y Salud menciona muchas veces a los ángeles. En una parte dice: “Los ángeles son pensamientos puros que emanan de Dios, alados con Verdad y Amor, cualquiera que sea su individualidad”.
 Ciencia y Salud, pág. 298.

Los ángeles tienen un rol activo, fuerte y claro, y están presentes continuamente. El hecho es que escuchar estos mensajes de Dios es muy útil para nuestra seguridad y para poner a salvo también a los que nos rodean. Hoy en día, es posible percibir el cumplimiento de esta promesa bíblica... “A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos, en las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra”.
 Salmo 91:11, 12.

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