Cada vez que los noticieros por televisión, por radio o a través de los diarios lanzan noticias abismales tales como contaminación, calentamiento global, terrorismo, guerras entre países vecinos, hambre, niños abandonados por sus propios padres, etc., me detengo un segundo para orar o para poner de inmediato el problema en las manos de Dios, Sus manos infinitas, amorosas y misericordiosas. “Todas las cosas en Tus manos y Tu mano en todas las cosas”, como hermosamente dice en inglés un poema del Himnario de la Ciencia Cristiana. Himnario de la Ciencia Cristiana, N° 135.
Es una oración que incluye reconocer que el mundo tiene un solo Creador, un solo gobernante, un solo Padre... Y a la vez observar mentalmente y con anticipación cómo esa Mano Guiadora conduce a cada uno de los gobiernos involucrados a encontrar los caminos para superar crecientes desafíos y a cada una de las víctimas de los problemas a encontrar solución y consuelo.
Puede ser que la solución en el plano humano la veamos instantánea o muy rápidamente, mientras que otras veces requiere de nuestra confianza ilimitada en que la presencia de Dios nunca deja de estar en nuestra vida, a pesar de las circunstancias.
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