Una mañana de primavera, me encontraba frente al mar. Un hermoso paisaje se presentaba ante mis ojos, las lanchas, los yates, las embarcaciones mayores, los pescadores, el movimiento comercial marítimo. Todo ello me hizo pensar en las riberas del mar de Galilea, hace más de 2000 años. Imaginé a Jesús caminando por las orillas frente a las multitudes, llamando a sus discípulos para que lo siguieran, y el bullicio de la gente que se agolpaba para escucharlo. En ese momento, todo era bello, especialmente para mí. Era mi primer día de trabajo. Después de una larga espera había logrado conseguir que me contrataran.
El Cristo está presente con cada uno de nosotros, en todo momento
Trabajo para una institución del gobierno peruano que pertenece al área de producción, investigación y todo lo relacionado con la industria pesquera. Como es sabido, producción es sinónimo de provisión. A mayor producción mayor provisión, y esto es inagotable. Yo lo sé por experiencia. Somos un país con muchos recursos pesqueros y por ende muy bendecidos.
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