Este artículo es un extracto de una charla por Internet con
maestro y practicista de la Ciencia Cristiana en la ciudad de México. Aquí responde a las preguntas sobre la inmigración, tema de gran importancia para muchos pueblos del mundo. Si desea escuchar la charla completa en inglés, visite el sitio Web www.spirituality.com/chat/immigrationEberhard comienza con estos comentarios:
Detrás de todos los problemas, incluso de inmigración, se encuentra el temor; temor a que falte dinero, seguridad, justicia, armonía. Hace poco alguien me preguntó: “¿Qué observas en tus viajes al hablar con tanta gente? ¿Qué buscan?”
Yo pienso que todos buscamos un hogar. Todos queremos sentimos en casa. El hogar no es tanto un lugar como la sensación de sentirte seguro, feliz, en armonía y que estás disfrutando de la vida y de todo lo que necesitas.
El problema es que lo buscamos donde nunca vamos a encontrarlo. Lo buscamos en la materia cuando deberíamos buscarlo en el Espíritu. Debemos ver que nuestra alegría es espiritual, que nuestra provisión, que se manifiesta de manera humana, es realmente espiritual. Todo esto tiene mucho que ver con nuestra relación con Dios, el bien infinito, y cuanto más entendamos que "vivimos, y nos movemos, y tenemos nuestro ser” en Dios, Hechos 17:28, Versión Moderna. más descubriremos que el bien infinito ya es nuestro. Está aquí mismo, aunque a veces no logremos verlo.
¿Cómo podemos ayudar a la gente a encontrar su hogar?
Volvemos a la pregunta ¿dónde está mi hogar? ¿Qué es mi país? No depende tanto de un territorio o de un lugar, sino del punto de vista que tengo acerca del hogar. Mary Baker Eddy dijo que nuestro hogar es el cielo. Realmente, es allí donde vivimos. Ella escribe: “Peregrino en la tierra, tu morada es el cielo”. Ciencia y Salud, pág. 254. Mientras viajemos—o deambulemos— en un mundo material, tendremos problemas. Pero cuanto más reconozcamos que vivimos y nos movemos y tenemos nuestro ser en el Espíritu, en Dios, tanto más veremos que la bondad es infinita. En el mundo material parecen abundar la escasez, las injusticias y muchos otros problemas. Mientras que la realidad espiritual está llena de bondad y armonía, de abundancia y alegría, de todo lo que estamos buscando.
Mucha gente emigra pensando que tendrá nuevas oportunidades o que puede escapar de sus problemas.
Siempre estamos tratando de escapar de nuestros problemas, pero si el problema no se resuelve en nuestro propio pensamiento, lo llevamos con nosotros a todos lados. Mientras que cuando estamos llenos de buenos pensamientos y expectativas las posibilidades de progreso son mucho más grandes porque el bien está siempre presente dondequiera que vayamos. El cambio se tiene que producir en nuestro propio pensamiento. Lo que llamamos problemas parecen estar, digamos, en el cuerpo o en el mundo, pero son realmente conceptos mentales. Mary Baker Eddy explica en Ciencia y Salud: “Nuestra ignorancia respecto a Dios, el Principio divino, es lo que produce la aparente discordancia, y comprenderlo a Él correctamente restaura la armonía”. ibid., pág. 390.
De modo que cuando comenzamos a comprender más claramente qué es Dios y nuestra relación con Él, la situación se resuelve no importa dónde estemos. No necesitamos ir a otro lugar para que se produzca.
¿Cómo puedo orar para que los asuntos relacionados con la inmigración se resuelvan armoniosamente para todos?
En Europa —Alemania, Francia y muchas otras partes del mundo— tienen los mismos problemas de inmigración. Nosotros aquí en México también los tenemos con la gente que viene de la frontera sur desde Centroamérica y el Caribe. Así que se trata de un problema mundial, y lo vemos también en Asia y África, en todas partes.
Hay un gran movimiento porque la gente siente que le va a ir mejor en otro lugar. Pienso que la verdadera solución es encontrar nuestro hogar dentro de nosotros mismos. Como nos dice Jesús, el reino de Dios dentro de vosotros está. Lucas 17:21, Versión Moderna. Cuando empezamos a buscarlo dentro de nuestra propia consciencia y aprendemos más acerca de lo que es Dios realmente, no lo que creemos que es o no es, sentiremos este reino dentro de nosotros, y encontraremos lo que sea que estemos buscando, allí mismo donde estemos.
He observado que los inmigrantes son muy trabajadores y están dispuestos a aceptar el trabajo que sea necesario hacer. ¿Cómo podemos expresar más amor fraternal y gratitud los unos por los otros?
Mary Baker Eddy dice: “No hay sino una sola manera de hacer el bien, y ésta es ¡haciéndolo! No hay sino una sola manera de ser bueno, y ésta es ¡haciéndolo! bueno!" Retrospección e Introspección, pág, 86. Así que hagámoslo. Yo sé que suena muy simple, pero es necesario tener cierta medida de perdón, paciencia e interés en la vida de los demás; de dar un poco más de nuestro tiempo, y pienso que necesitamos estar dispuestos a elevarnos aún más. Hay mucha riqueza entre todos los países y culturas, y si nos limitamos a buscar sólo los problemas, no podremos ayudar mucho. Mientras que si vemos todo el bien que se está manifestando allí mismo, podremos llevar a cabo cambios maravillosos.
Es una gran experiencia y a la vez todo un desafío poder visitar inmigrantes ilegales que están en la cárcel. ¿Qué palabras de consuelo compartirías con ellos para ayudarlos a superar la ira y el temor, para que se sientan libres para progresar en la vida en la primera oportunidad que tengan, aunque estén a punto de ser deportados?
No hace mucho me invitaron a viajar a los Estados Unidos para hablar ante 150 reclusos. Primero traté de que percibieran que existe una ley universal que afirma que uno cosecha lo que siembra. Tenemos que comprender que no importa qué tipo de religión o creencias uno tenga, esta ley está en operación todo el tiempo. Es necesario aprender a usar esta ley a nuestro favor, no en contra. Tenemos que preguntarnos ¿Qué quiero cosechar? ¿Qué tengo que sembrar? Y pienso que esto es muy importante. Finalmente, traté de que esas personas comprendieran lo que valen, que son criaturas maravillosas, que son ideas de Dios realmente únicas.
La mayoría era gente joven y creo que algo les llegó al corazón, porque empezaron a llorar y muchos de ellos se acercaron a mí y me abrazaron. Así que pienso que ante todo tienen que liberarse de la ira y encontrar paz dentro de sí mismos. Lo mejor para ellos sería hallar lo que buscan allí mismo donde están. Esa sería la solución ideal, ver que el bien está en todas partes. Entonces sus ojos serán abiertos, y notarán que la situación no es tan mala como parece.
Millones de personas están encontrando maravillosas oportunidades allí mismo donde se encuentran, y esto se debe a la manera en que están viendo su situación.