¿Ha visto alguna vez la serie de pinturas que realizó Claude Monet sobre las parvas de heno? En unas, la luz del amanecer las muestra sombrías en contraste con el resto del campo; en otras, bajo el sol del mediodía, vibran de luz junto con todo el paisaje; en los atardeceres, toda la obra se muestra rojiza y difuminada; y después de las primeras nieves, las parvas parecen confundirse con el marco blanco de fondo. Monet pintó alrededor de 25 versiones diferentes de estas parvas, entre 1890 y 1891, cerca de su casa en Giverny, Francia, para mostrar la manera en que el efecto de la luz, en diferentes horas del día y estaciones del año, cambia la apariencia de las cosas.
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