¿Qué te hace feliz? ¿Una rosa blanca, un libro interesante, una buena película, grata compañía?
Todos anhelamos tener una felicidad duradera que no dependa de logros humanos o materiales, sino que sea parte intrínseca de nuestra naturaleza espiritual y, por ende, permanezca con nosotros para siempre. Cristo Jesús insistió en que, para obtenerla, primero debíamos buscar el reino de Dios que ya está presente en cada uno de nosotros, y que todo lo demás se manifestaría naturalmente, por añadidura.Véase Mateo 6:33.
"Cristo nos hizo libres",Gálatas 5:1. afirma el Apóstol Pablo. El Amor divino nos ha dado la capacidad para liberarnos de los pensamientos que tratan de convencernos de que sólo podemos encontrar felicidad en la materialidad.
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