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El poder que nos llama a la unidad

Del número de mayo de 2012 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

CHRISTIAN SCIENCE JOURNAL


Hace tan solo un año, comenzó la revolución conocido como Primavera Árabe, cuando un mártir de Túnez dio origen a un movimiento liberador que ha reavivado la esperanza y recibido apoyo de todo el mundo. The Christian Science Monitor informó que aquel acto conmocionó a los tunecinos y los impulsó a dejar de creer que la cultura árabe no es compatible con la libertad y la democracia. “... después los tunecinos derrocaron a un dictador firmemente arraigado, en cuestión de semanas. Simplemente actuaron como si fueran libres, y eso los llevó a serlo.” “The slap head around the World,” Clayton Jones, March 5, 2011.

“Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”, enseñó Cristo Jesús. Juan 8:32. Esta verdad incluye el conocimiento de que Dios es el Amor infinito que causa sólo el bien, y que el comprender y vivir este Amor ha de derrocar los males que experimentan los humanos. Puesto que todos tenemos dictadores que derrocar — pobreza, desesperación, pecado, enfermedad y todo tipo de temor — es crucial conocer la verdad que nos llama a la unidad para reclamar nuestro derecho a la libertad, a la salud y a la felicidad.

Las diferentes culturas dan distintos nombres a esta verdad, pero en todo el mundo existe la fe en ella. En su significado más pleno, Cristo es un término que describe la Verdad universal que trasciende la religión llamada cristianismo. El Cristo es el mensaje del amor eterno de Dios por cada uno, es el mensaje que finalmente disolverá toda opresión y división. Hay gente de variados campos de actividad, incluso el de la religión, que está dedicada a dar evidencia de que es posible y beneficioso mantener una relación armoniosa entre la diversidad de personas.

La mayoría de las denominaciones religiosas naturalmente se centran primero en la unidad dentro de su propia congregación, algo que los miembros de cualquier iglesia saben bien que requiere esfuerzo. A medida que demostramos esta unidad interna, puede que seamos guiados a responder al llamado del Cristo de reunirnos con otras denominaciones de manera que permita el apoyo mutuo. Varios Científicos Cristianos nombrados por La Iglesia Madre han venido participando por algún tiempo en conversaciones con el Consejo Nacional de Iglesias de los Estados Unidos, una organización de denominaciones cristianas que han asumido el compromiso de trabajar juntas para cumplir el propósito divino. Más bien que perder la pureza y fortaleza de sus propias convicciones, muchos de los participantes dicen que la comprensión de su propia fe se profundiza al interactuar con otros, y como resultado surgen más oportunidades de curación.

En una época en que las iglesias establecidas se mantenían alejadas de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy escribió: “Nuestra unidad con iglesias de otras denominaciones debe basarse en el espíritu del Cristo llamándonos a la unidad. No puede provenir de ninguna otra fuente”. Ella identificó la oración del Padre Nuestro como un “punto de convergencia” que nos une “con todo grupo de personas reunidas para orar en la tierra”.Pulpit and Press, págs. 21–22.

Cuando la lucha del mundo por la libertad, o nuestra propia lucha por ella, se hace difícil, ayuda unirse a otros en esa oración que con amor incluye a todos.

Cuando la lucha del mundo por la libertad, o nuestra propia lucha por ella, se hace difícil, ayuda unirse a otros en esa oración que con amor incluye a todos al decir: “Padre nuestro”; una oración que afirma la única naturaleza santa que adoramos y reflejamos; un solo reino gobernado por Dios; una sola voluntad divina y buena que no puede ser derrotada ni en el cielo ni en la tierra; una única fuente espiritual que nos sostiene; un Amor divino que corrige y perdona todas las equivocaciones, y que obra en nuestros corazones para que hagamos lo mismo; una sabiduría que nos guía y nos libera de tener que servir o temer el mal; un poder, gloria gobierno supremo, en el cual, por el cual y para el cual vivimos ahora y para siempre.

La oración fortalece nuestra confianza en la Verdad divina que repentinamente puede vencer la sumisión a la opresión. El mismo artículo del Monitor sobre Túnez comenta: “La historia está colmada de grandes momentos en los que ocurrieron rápidos cambios en la psicología de masas, esas instancias que demuelen paradigmas, que penetran el pensamiento irracional de grupo, y más que nada, que dejan a las personas preguntándose por qué razón creyeron alguna vez en algo que parecía muy real”.

El Cristo nos llama a la unidad para que veamos que cualesquiera sean las divisiones o condiciones esclavizantes que parecen tan reales e insolubles, no tienen realidad en el reino de Dios que está a nuestro alcance, dentro de nosotros. Este conocimiento es un poder, y nos fuerza a reclamar nuestra libertad y de esa forma hacerla evidente.

PUBLICADO ORIGINALMENTE EN EL CHRISTIAN SCIENCE JOURNAL,

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