Hace varios meses atrás, cuando tenía ocho años, mi maravillosa mamá me animó a leer Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy. Conocía este libro porque iba a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, pero nunca lo había leído hasta el final.
Durante un tiempo lo leí, pero luego dejé de hacerlo. Mi mamá me animó a continuar otra vez, y de a poco seguí leyendo cada vez más.
Hace poco, estaba en el último capítulo. Pensé que había leído suficiente, así que dejé de leer porque me dolía la cabeza. De repente, estaba llorando en mi cama, y mi mamá me preguntó qué me pasaba. Le conté sobre el dolor de cabeza, y le pregunté si se habían sanado dolores de cabeza en la Biblia, porque sabía que se habían curado muchas otras cosas. Ella respondió que no recordaba si había curaciones de dolores de cabeza en la Biblia, pero sí sabía que habían sido sanados por la Ciencia Cristiana porque había leído testimonios de curaciones de la gente.
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