Después de aprender, aunque sea un poco, sobre lo que la Ciencia Cristiana enseña de la realidad y omnipresencia de Dios, del Espíritu divino, nuestro pensamiento es posible que rebose naturalmente de profunda felicidad. ¡Qué noticia más maravillosa y alentadora!: ¡El Espíritu y su manifestación del todo buena, constituye realmente la totalidad de la existencia!
A medida que continuamos investigando la absoluta omnipresencia y naturaleza del Espíritu y, lo que es más importante, empezamos a integrar esta comprensión espiritual a nuestra vida diaria mediante experiencias de curación, no podemos menos que sentirnos impulsados a examinar en profundidad la consecuencia natural de que el opuesto del Espíritu, es decir, la materia, debe ser una ilusión.
¿Qué hay realmente detrás de esta decepción llamada materia? Puesto que Dios, el Espíritu infinito, en realidad es Todo, ¿qué hace que la materia parezca estar presente en primer lugar? ¿Puede acaso la materia ser una construcción de la mente mortal, o lo que la Biblia llama mente carnal (según versión King James)?
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