Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer
Original Web

Sana de alcoholismo

Del número de septiembre de 2019 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 12 de julio de 2019 como original para la Web.


Mi esposo luchó contra el alcoholismo durante los primeros años de nuestro matrimonio. Él no era Científico Cristiano y tampoco había pedido tratamiento en la Ciencia Cristiana, así que yo oraba por mí misma todos los días para ver al hombre de la creación de Dios, más allá de la imagen material, y para ver al hombre bueno y puro con el que me había casado. En numerosas ocasiones, también pedí a un practicista de la Ciencia Cristiana que orara por mí, pero el problema continuaba.

Después de una noche fuera, mi esposo no recordaba nada de la noche anterior, excepto lo que Mary Baker Eddy describe en Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras como “un sufrimiento inconcebiblemente terrible para el respeto de sí mismo del hombre” (pág. 407). Pensé en dejarlo e incluso consulté con un abogado, pero simplemente no pude hacerlo.

Entonces, una noche, mi esposo llegó a casa tan ebrio que cayó a mis pies. Mientras lo ayudaba a levantarse, de repente sentí por él una abrumadora sensación de compasión y afecto propios del Cristo. Fue diferente a sentir lástima por él; esta compasión no era el resultado de verlo como un mortal pobre y en dificultades. En cambio, esto fue inspirado por lo que yo sabía que era cierto acerca de su verdadera identidad como hijo de Dios. Este amor puro no era mi amor personal y humano, sino el amor universal y perfecto de Dios, que es el Amor mismo. Puesto que todos somos hijos de nuestro Padre y compartimos este amor, no podemos evitar responder y expresarlo, que es exactamente lo que sucedió.

Mientras ayudaba a mi esposo a ponerse de pie, incluso en ese estado de embriaguez, logró decirme: “Nunca me he sentido tan amado”. En ese momento me di cuenta de que había estado aferrada al resentimiento y a un sentido de victimización, los cuales esta compasión a semejanza del Cristo borró completamente. Esa noche fue el fin del alcoholismo. Ambos fuimos sanados en ese momento.

Esta curación ocurrió hace más de veinte años y mi querido esposo no ha bebido desde entonces. Estoy profundamente agradecida por los practicistas, cuyo apoyo amoroso rompió el control de la mente carnal sobre nosotros dos y trajo esta curación. Estoy profundamente agradecida a Dios, cuyo amor nunca falla; a Cristo Jesús, nuestro Mostrador del camino; y a Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana. Realmente no existen palabras para expresar la profunda gratitud que siento por la Ciencia Cristiana, y por esta curación en particular.

Sharon Dec
Auburn, Nueva York, EE.UU.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / septiembre de 2019

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.