¿Cómo puede la familia de publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana cumplir de la mejor manera con la misión tan única que tiene cada una de ellas en el mundo de hoy? Esperamos que los fortalezcan a ustedes, nuestros lectores, con el poder sanador del Cristo, la Verdad, como lo enseñó Jesús, y que terminen pensando: “¡Yo también puedo hacer eso!”.
Ya sea que lean la edición impresa de El Heraldo de la Ciencia Cristiana exclusivamente, o disfruten tanto de los números impresos como de los digitales de Heraldo-Online, estamos agradecidos por su compromiso de aprender acerca de esta Verdad sanadora y experimentarla en sus vidas. Queremos que tanta gente como sea posible tenga acceso a esta revista y considere cómo pueden aplicar las ideas sanadoras que contiene en su experiencia, cualesquiera sean sus antecedentes religiosos, nivel de ingresos, oportunidades educativas, culturales o su nacionalidad.
De modo que hemos estado centrando nuestra atención específicamente en cómo El Heraldo puede cumplir de la mejor manera su misión de “proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad” (Escritos Misceláneos 1883-1896, pág. 353). Y necesitamos tu ayuda. Para continuar mejorando El Heraldo, te invitamos a completar una encuesta. Estamos ansiosos de saber tu opinión y que nos digas qué piensas de los cambios que se hicieron hace dos años. Por favor, responde con sinceridad y franqueza. Puedes encontrar la encuesta en: elheraldocc.com/encuesta.
Nuestra meta, con tu ayuda, es hacer que El Heraldo realice un trabajo tan bueno al cumplir con su misión específica de proclamar la Verdad universal, que faculte a más personas a sanar, ya sea que lo lean desde hace mucho tiempo, sean nuevos suscriptores o visitantes que descubrieron la Ciencia Cristiana por primera vez.
Las enseñanzas de Jesús instruyen a la gente para conocer tan bien la realidad de la Verdad divina, que se sentirán capacitados para reconocer y vencer, a través de sus oraciones, todo aquello que trataría de socavar su propio bienestar y el de los demás. En este sentido, Mary Baker Eddy dijo que Jesús “anuló literalmente las pretensiones de lo físico y de la ley física, por medio de la superioridad de la ley suprema; de ahí su declaración: ‘Estas señales seguirán a los que creen:... si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán’. ¿Creéis en sus palabras? Yo sí, y creo que su promesa es perpetua. Si sólo hubieran sido pertinentes a sus discípulos inmediatos, el pronombre sería vosotros y no los. El propósito de la obra de su vida atañe a la humanidad universal” (Escritos Misceláneos, pág 28).
Mientras continuamos pensando en cómo puede el contenido de El Heraldo cumplir de la mejor manera su misión universal, estamos considerando de qué manera esto da forma al desarrollo de sus expresiones impresas y digitales. Por esta razón, estamos tan interesados en saber de ti a través de esta encuesta.
Desde ya, muchas gracias,
Larissa Snorek
Redactora Adjunta
