Querido Lector:
Cristo Jesús enseñó que el reino de los cielos está aquí, ahora mismo, y les dijo a sus seguidores que difundieran esas buenas noticias por todas partes (véase Marcos 1:15; 16:15 KJV). Esa es una misión que cada uno de nosotros está llamado a llevar a cabo individualmente, e incluye la misión que Mary Baker Eddy le dio a El Heraldo de la Ciencia Cristiana: “... proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad ...” (La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 353).
En la actualidad, hablar a las multitudes en la plaza pública como hicieron los primeros seguidores de Jesús sigue siendo una forma de llegar a la gente, pero ya no es la forma más fácil de difundir ideas. Y cada vez más personas están cambiando a los recursos en línea para conectarse con nuevos conceptos. Estas innovaciones aceleran la difusión de nuevas ideas. Así que, si bien las conversaciones cara a cara y las revistas impresas siguen siendo formas insustituibles de comunicación, no es extraño que además del formato impreso, las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana también adopten el electrónico.