Se dice que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Y los estudios muestran que la gente tiende a aceptar que las opiniones y seudohechos son una información confiable si los escuchan con suficiente frecuencia.
Los grupos de interés especial, al usar la comunicación instantánea y las redes sociales mundiales, han ayudado a hacer que lo que los psicólogos llaman “la ilusión de la verdad” sea una enorme influencia hoy en día, especialmente en la política. Se dice que estamos en la era de la posverdad, donde “los hechos objetivos tienen menos influencia para moldear la opinión pública que recurrir a la emoción y a la creencia personal” (Oxford English Dictionary).
¿Cómo contrarrestamos esta tendencia engañosa? Un buen lugar donde empezar es en lo que nos dice la Biblia acerca de Dios: “Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto” (Deuteronomio 32:4).
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