Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer
Original Web

Otra clase de oposición

Del número de octubre de 2022 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 7 de marzo de 2022 como original para la Web.


Es posible que se logre un gran progreso cuando la oposición contra lo que es injusto u opresivo se realiza con sabiduría. Un ejemplo excelente de este tipo de oposición es Liu Xiaobo, cuyo activismo intrépido y pacífico desempeñó un papel importante en las campañas en pro de la democracia para la reforma política en China, su país de origen. Mientras estaba en prisión a causa de su trabajo en la promoción de la democracia y los derechos humanos, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2010.

Dicha oposición inspirada puede emplearse de muchas maneras y es especialmente útil cuando oramos. Al orar, cuanto más nos familiarizamos con la naturaleza y el carácter del todo buenos de Dios, quien es la Verdad divina —y el hecho de que todos existimos con el propósito de manifestar esta naturaleza y carácter totalmente buenos— más capacitados estamos para mantenernos firmes y desafiar cualquier falsedad acerca de Dios y Su creación que limitaría el bien en nuestras vidas y en las de los demás.

Mary Baker Eddy, quien descubrió y fundó la Ciencia Cristiana, explica: “La Verdad, desafiando al error o materia, es la Ciencia, que disipa el sentido falso y conduce al hombre al sentido verdadero de la entidad y de la Divinidad, …” (La unidad del bien, pág. 42).

Un sentido falso de la creación de Dios nos representa como mortales defectuosos y vulnerables, mientras que el sentido verdadero revela la descendencia de Dios como transparencias totalmente espirituales e inmortales para las características de Dios: para Su perfección y bondad pura.

El carácter divino se puede ver en la espiritualidad, la integridad, la paciencia, el amor, etc. Nuestra expresión individual diaria del carácter de Dios se basa en nuestra existencia genuina como hijos e hijas de Dios. Por ejemplo, la forma tan distinta en que cada uno de nosotros manifiesta paciencia revela las particulares facetas de nuestra individualidad. De manera que, de un modo hermoso, compartimos la naturaleza y el carácter de Dios con la humanidad cada vez que los expresamos.

Lo que nos proporciona motivos para oponernos mediante la oración es el hecho de que el carácter divino no es solo bueno, sino totalmente bueno, así como todopoderoso. Simplemente no forma parte del carácter de Dios enviar, permitir o admitir el mal, y Él nos ha dado el derecho de desafiar cualquier pretensión de que Dios lo hace. La bondad es el fundamento de Dios y de Su creación, aquello que Lo refleja.

Me di cuenta de que la oposición racional era ahora obligatoria para mi progreso espiritual.

El libro de texto de la Sra. Eddy sobre la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, dice: “Si Dios hubiese instituido leyes materiales para gobernar al hombre, la desobediencia a las cuales hubiera enfermado al hombre, Jesús no hubiera desestimado esas leyes, sanando en directa oposición a ellas y en desafío a todas las condiciones materiales” (págs. 227-228). Siguiendo el ejemplo de Jesús, ¿no deberíamos ser tan desafiantes como él y tener nuestra propia postura a favor de lo que es espiritualmente verdadero? Debemos hacerlo. 

Al seguir a Jesús, no negamos simplemente a la ligera la falsa impresión de que la creación de Dios es material y mortal. ¡La desafiamos activamente, como el hijo espiritual de Dios, reflejando Su autoridad! Este tipo de oposición es una cualidad espiritual de la Verdad y, por lo tanto, es completamente buena, productiva y apropiada. La Biblia aconseja: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7).

Como creación de Dios, tenemos el derecho a resistir, desafiar y rebelarnos de todo corazón contra cualquier pretensión de que somos mortales y no expresamos el carácter de Dios, ya que estamos completamente capacitados para ello. La creación de Dios no vive ni depende de lo físico más de lo que Dios lo hace.

Es útil reconocer que dicha oposición no debería estar asociada en absoluto con la fuerza de voluntad humana. Esta se impone obstinada y emocionalmente en nombre del desafío justo, mientras que realmente es al ceder con humildad a la voluntad divina, como lo ejemplificó Cristo Jesús, que hallamos la actitud eficaz, poderosa y espiritual que transforma y sana.

Una vez, cuando estaba orando por la vista, me di cuenta claramente de que la oposición racional ahora era obligatoria para mi progreso espiritual. Mientras oraba, me di cuenta de que la verdadera vista no es física. Es espiritual, y se encuentra intacta en Dios. Dios lo ve todo, y mi función como Su descendiente es expresar la cualidad espiritual, divina, permanentemente perfecta de la vista de Dios, del Espíritu. El Espíritu y la creación espiritual son distintos, no obstante, perfectamente uno en carácter. Comprendí que, a la luz de esto, tenía el derecho de desafiar la creencia generalizada en la vista débil.

Al recurrir a la autoridad de Dios, estaba haciendo lo que aconseja la Biblia: “Estad quietos, y ved la salvación del Señor con vosotros” (2 Crónicas 20:17). Y esta oposición mediante la oración me salvó. Hoy, muchos años después, disfruto más que nunca de mi vista perfecta y divinamente reflejada.

“De pie hermanos, estad firmes” comienza un himno favorito (Violet Hay, Himnario de la Ciencia Cristiana, N° 12, según versión en inglés). No nos sometemos a mentiras y acusaciones falsas. Nos preparamos mentalmente y nos mantenemos firmemente con Dios. No nos replegamos, sino que tomamos nuestra posición, no solo porque somos valientes, sino porque estamos legítimamente de pie con la Verdad divina y a su favor, a favor del carácter de Dios dentro de nosotros. Y nada puede apartarnos de este hecho santo.

Asimilar el carácter divino, pensamiento por pensamiento y acto por acto, indica nuestro profundo y genuino amor por Dios, y por lo tanto, por nosotros mismos y por la humanidad. La disposición de ser una transparencia para Dios se ve en la voluntad de admitir que Su creación jamás será física y mortal. A través de la oración dirigida por Dios, podemos diferenciar entre nuestra individualidad real e inmortal, mediante la cual se ve constantemente el carácter divino, y la mortal, a quien los cinco sentidos falsamente presentan. 

Ahora es un momento ideal para establecerte y mantenerte firme y desafiante en oración por el hecho de que, como expresión de Dios, eres eternamente capaz de manifestar sólo Su naturaleza y carácter. 

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / octubre de 2022

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.