No tenemos que mirar muy lejos para ver que hay una necesidad urgente de justicia en nuestro mundo; una justicia que incluya a cada individuo y no deje a nadie afuera luchando. Las necesidades de hoy nos empujan a buscar profundamente lo que significa la verdadera imparcialidad, justicia e igualdad.
Podemos obtener un sentido más profundo de la justicia considerando una base más permanente para los derechos; considerando los derechos divinos de cada uno y las leyes de Dios que operan para bendecir a todos con bondad.
Crecí en un país durante una dictadura donde había represión y falta de plena libertad. Esto me obligó a buscar una libertad más permanente y confiable, una libertad espiritual que la ley divina siempre trae. Cuando era joven, encontré la Ciencia Cristiana, y me trajo una clara comprensión del significado de la ley divina, y también me sanó.
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