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Original Web

Conectado con Dios

Del número de octubre de 2023 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Publicado originalmente en alemán

Apareció primero el 10 de julio de 2023 como original para la Web.


Casi cualquier persona que tiene una computadora seguramente habrá visto esta instrucción al menos una vez al descargar e instalar actualizaciones: “Por favor, mantenga su computadora encendida”. Estas actualizaciones garantizan la protección contra los virus al cerrar posibles brechas de seguridad en el software y mejoran el funcionamiento de las aplicaciones. Se pueden descargar en cualquier parte del mundo donde haya conexión a Internet.

La última vez que leí este mensaje en mi pantalla, se me ocurrió que podría haber paralelismos entre esto y mi creciente comprensión de Dios y mi naturaleza como Su semejanza espiritual. Me fascinó la idea de que a través de la oración podía ver mi conexión con Dios en cualquier lugar, y obtener “actualizaciones” en forma de progreso espiritual, curaciones, guía y protección divinas. Aunque oré con esta idea durante varios días, no fue acompañada por una verdadera inspiración. Sin embargo, estaba seguro de que el mensaje de la computadora me estaba haciendo avanzar en mi progreso espiritual, así que decidí seguir pensando en esto. 

Mi búsqueda fue recompensada cuando hice una distinción importante: La computadora y su sistema operativo eran materiales, mientras que la verdad acerca de mí y todos los demás como la imagen y semejanza de Dios era espiritual.  

Reconocí que realmente no necesitamos “actualizaciones” porque, como ideas de Dios, nuestra perfección divina existe sin principio ni fin. El primer relato de la creación en Génesis 1 dice: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (versículo 31). En Eclesiastés leemos: “He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá” (3:14). Así que pensé: “Si no necesitamos actualizaciones, ¿qué necesitamos?”. Me di cuenta de que necesitamos una comprensión más clara de nuestra inviolable y continua integridad en Dios.

También comencé a comprender que el error —o sea, el concepto erróneo de que Dios no es Todo— no tiene un tipo de poder temporal que necesita ser eliminado. El error es simplemente lo que la palabra dice que es: un error y nada. Mary Baker Eddy escribe en el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras: “El error es la contradicción de la Verdad. El error es una creencia sin entendimiento. El error es irreal porque no es verídico. Es aquello que parece ser y no es” (pág. 472). Y en otra parte de este libro: “Además, la Verdad es real, y el error es irreal” (pág. 466). Si bien los cinco sentidos materiales quieren hacer parecer que el error es real, no debemos dejarnos engañar. La Verdad es lo único que es verdadero y, como sinónimo de Dios, llena todo el espacio; por lo tanto, sólo existe la Verdad. El error jamás existió, ya que Dios hizo todo lo que es hecho y lo hizo bueno. La Verdad destruye nuestra creencia en el error. Me quedó claro que no necesitaba actualizaciones regulares para expresar la Verdad divina.

Pensar en mi conexión con Dios y la diferencia entre la Verdad y el error fue inspirador.

Cuando Jesús sanaba, veía al hombre verdadero y espiritual donde otros percibían solo la apariencia física. No superpuso una imagen sobre otra, lo espiritual sobre lo material, ni pintó sobre el error con la Verdad. Sólo vio la Verdad y la existencia de la idea espiritual de Dios, el hombre. No necesitaba transformar algo material en algo espiritual. Las percepciones erróneas sobre el hombre no existían en su consciencia.

La Sra. Eddy escribe en Ciencia y Salud: “Las relaciones de Dios y el hombre, el Principio divino y la idea, son indestructibles en la Ciencia; y la Ciencia no conoce ninguna interrupción de la armonía ni retorno a ella, sino que mantiene que el orden divino o la ley espiritual, en el cual Dios y todo lo que Él crea son perfectos y eternos, ha permanecido inalterado en su historia eterna” (págs. 470-471). Debido a que Dios es Todo-en-todo y está siempre presente, no importa dónde estemos o en qué situación nos encontremos; siempre estamos conectados con Dios por ser Su reflejo, la expresión eterna de Su omnipotencia divina. No puede haber brechas de seguridad o ataques cibernéticos en la completa protección de Dios.

Poco después, me beneficié de este ampliado reconocimiento de la Verdad divina. Estaba esquiando a campo traviesa en las montañas con mis hijos, cuando uno de ellos se cayó y lesionó gravemente. De inmediato volví mi pensamiento a Dios, afirmando que en Dios no puede haber accidentes, y por lo tanto no hay lesiones o consecuencias negativas. Escuché atentamente para recibir los pensamientos espirituales que serían útiles en la situación. Afirmé que Dios, la Verdad divina, expone, disuelve y destruye el error por ser una mera creencia sin poder.

De repente se me ocurrió que no debía pensar sólo en la Verdad y en la nada del error. Necesitaba dar el paso final, y admitir que esto significa que la Verdad tiene toda la fuerza y el poder. Tenía que confiar plenamente en la Verdad para destruir la creencia en el error. Esto no era sólo una teoría. Era la fe y la comprensión de que Dios es omnipresente y todopoderoso. Estaba completamente tranquilo y confiado en que la Verdad posee y ejerce todo el poder para destruir la creencia falsa de una lesión. Pude calmar a mi hijo, y alegremente continuamos nuestro día de esquí. Unos días después, todas las señales de que había ocurrido un accidente habían desaparecido. 

Pensar más en mi conexión con Dios y la diferencia entre la Verdad y el error fue inspirador. Mi búsqueda de la Verdad y el compromiso de no rendirme me llevaron a obtener nuevas percepciones espirituales y a una mejor comprensión de la naturaleza verdadera y eterna de Dios. Esta búsqueda no fue una batalla intelectual. Fue escuchar la revelación divina. 

Estamos eternamente conectados con Dios, la Mente divina. Y siempre podemos volvernos a Dios en oración y buscar orientación. Estoy agradecido por esta comprensión más amplia y los beneficios prácticos y sanadores que resultaron de ella.

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