Mi nombre es Nicky. Voy a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, donde aprendo todo acerca de Dios y que Dios es Amor. También estoy aprendiendo a escuchar a Dios y los buenos pensamientos que Él nos dice.
Un día, mis padres salieron. Mi abuela vino a cuidarnos a mi hermanita y a mí. Estaba lloviendo mucho y había un gran charco afuera de nuestra puerta trasera. Mi abuela llamó a un plomero para que viniera a ayudarnos.
Me asusté mucho y me puse a llorar. Pensé que nuestra casa se iba a inundar. Esto sucede mucho donde vivo, y da miedo escuchar a la gente hablar de ello.
Mi abuela me dijo que nuestra casa estaba bien y que estábamos a salvo en el amor de Dios. Me sentí un poco mejor, pero seguí llorando.
Entonces la abuela me dijo que cerrara los ojos y escuchara a Dios como había aprendido en la Escuela Dominical. Cerré los ojos y me quedé callado para poder escuchar los buenos pensamientos de Dios. Sentí tanto el amor de Dios que supe que todo estaba bien y dejé de llorar.
El plomero vino y arregló la tubería rota afuera que había hecho el charco.
Estoy agradecido por lo que aprendo en la Escuela Dominical y por el amor de Dios.
