Relatos de curación
Cuando Comencé a estudiar la Christian Science, percibí que si reacciono de alguna forma ante la apariencia del mal, estoy admitiendo su realidad; es decir que yo misma hago que sea real. Debo, en cambio, responder con una respuesta cristianamente científica.
Hace Unos Años durante el mes de diciembre, una amiga me giró dinero desde los Estados Unidos en una carta por correo corriente. En marzo del siguiente año me llamó para preguntarme si lo había recibido, porque el banco donde hizo los trámites le dijo que el cheque había sido depositado por una casa de cambio en mi país.
Cada Vez Que me despierta el sonido de mi pequeño hijo corriendo por el pasillo hasta nuestra habitación, agradezco en silencio a Dios por haber traído esta preciosa criatura a nuestra experiencia. Cuando mi esposo y yo decidimos adoptar un niño, nos sentimos muy pronto desalentados por las experiencias de amigos y por las noticias en los diferentes medios de comunicación.
Cuando Mis Dos Hijos eran chicos, mi hija tenía un ojo que le había llorado continuamente por lo menos durante un mes. Mi esposo no era Científico Cristiano en esa época, y quería que la lleváramos al médico.
Un Viernes por la mañana me desperté y me di cuenta de que no podía levantarme de la cama porque me sentía muy mareada. No sentí ningún temor.
Cuando me encontraba en el segundo año en la universidad, tenía un curso teórico—práctico llamado Análisis Instrumental de Alimentos. Entonces un día nos tocó realizar las prácticas en el laboratorio y el tema de la misma era análisis de hierro en cereales.
Me Siento muy agradecida a Dios por la curación de la que mi hijo y yo fuimos testigos cuando él contaba nueve años. Ibamos caminando por una avenida principal en Montevideo cuando de golpe sentimos una frenada tremenda; al volvernos atinamos a ver que un muchacho volaba literalmente por el aire y caía pesadamente sobre el pavimento.
A Lo Largo De Mi vida he podido comprobar muchas veces el poder absoluto que tiene Dios para sanarnos y cuidar de nosotros cuando nos apoyamos radicalmente en Él. Un día salía de la Sala de Lectura de la Christian Science, cuando resbalé y me llevé por delante la puerta de entrada que era de vidrio.
Todas Mis Ilusiones quedaron anuladas ante las carcajadas del experto botánico del vivero de mi barrio: "Todo lo que usted tendrá será una linda planta verde, jamás una flor". Cada temporada, mi hija aparece con su linda sonrisa y su ramito de jazmines del Cabo, sabiendo que son mis favoritos.
Cuando Me Casé , no me llevaba bien con mis suegros. Esto era muy difícil para mi esposo.