
Relatos de curación
Hace Unos Años , cuando mis hijas eran pequeñas, solíamos pasar las vacaciones en una playa aislada y lejana. Para llegar a ese lugar, había un solo camino y no estaba pavimentado.
Un Día me llamó por teléfono mi hermana diciéndome que mi sobrina se había caído del cuarto piso de su casa, y que se encontraba en el hospital. Me pidió que fuera a acompañarla.
Desde Muy pequeña mi madre había sufrido mucho debido a la angustia y nervios relacionados con el fallecimiento de su padre. Y esto se prolongó hasta después de casada y de haberme tenido a mí.
Una Mañana descubrí que tenía un bulto en un seno. Eso me produjo mucho temor y preocupación por lo que podría sucederme.
Conocí la Christian Science hace muchos años. Mi marido frecuentaba una iglesia y estudiaba esa Ciencia, pero yo no.
Estoy muy agradecida por todo lo que el estudio de la Christian Science ha traído a mi vida. Su promesa de que, no importa a qué clase social uno pertenezca, la edad que tengamos o el nivel de estudios que hayamos alcanzado, todos podemos llegar a comprender a Dios, nos ayuda a vencer todo tipo de barreras.
Hace Dos Años tuve la prueba de lo importante que es orar diariamente por uno mismo y por la familia. Habíamos ido a cenar con nuestra hija y nuestros nietitos a un restaurante que tiene un área de juegos para niños.
Hace Dos Años, me costaba mucho caminar porque me dolía un lado de la cadera. Muy pronto me empezaron a doler ambos lados, a tal punto que un día salí con mi hija y tuve que sentarme a descansar mientras ella seguía con las compras.
Todos enfrentamos desafíos en nuestra vida diaria que a menudo se presentan sin previo aviso. En esas ocasiones, tratamos de enfrentarlos con los medios humanos a nuestro alcance.
En El Otoño de 1990 tuve una inflamación muy dolorosa que me impedía sentarme normalmente. A la mitad de la semana, la inflamación se había transformado súbitamente en un molesto forúnculo que ahora ocupaba toda mi atención.