Relatos de curación
"Maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
Una noche, al acostarme, me empezó a faltar el aire. Pensé que era algo sin importancia, pero luego se volvió algo muy molesto.
Conocí la Christian Science buscando a Dios y me sané completamente de artritis. Cuando me diagnosticaron esta enfermedad, el temor por un momento me paralizó.
Un Sábado por la tarde, hace muchos años, cuando ya terminaban las vacaciones de verano, nuestros hijos estaban nadando en la piscina. Nuestra hija mayor, Kay, que tendría unos ocho años, terminó de nadar y salió corriendo para recoger una toalla del tendedero.
Las Ideas de Ciencia y Salud son para mí como el pan nuestro de cada día. Ni bien empecé a estudiar la Christian Science este libro me fue de gran inspiración y ayuda.
Desde muy joven sentí que jamás moriría, que era eterna. No podía imaginar que el sol pudiera brillar, que la vida pudiera continuar y que yo dejara de ser parte de todo esto.
Hace Algunos Años, me causó profundo interés un testimonio en la edición japonesa (Sakigake) de El Heraldo de la Christian Science. El testificante, sin querer se había cortado el dedo con un cuchillo, y la herida era tan profunda que casi pierde el dedo.
Hace Muy Poco que me di cuenta de la importancia que ha tenido la Christian Science en mi vida desde mi infancia. Me mudé a otro país y tuve que obtener una tarjeta de residencia, para lo cual me pidieron un certificado médico, que incluía una radiografía de tórax.
En un servicio de los miércoles en la iglesia de la Christian Science de mi localidad, alguien dio un testimonio sobre una curación de estómago, de la imposibilidad de comer frutas debido a creencias impuestas por la higiene y la medicina convencional. Una de las partes que me llamó la atención fue cuando la persona reconoció el poder sanador de Dios mediante un correcto discernimiento espiritual y se preguntó: "¿Cómo pueden las frutas, tan ricas, tan dulces, tan sanas, hacerme daño si son creaciones de la Mente divina?" En la Biblia, Dios dice: "He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer" (Génesis 1:29).
Hace unos tres años, tuve una curación que fue muy importante para mí. Iba con unos amigos a un parque, y al bajar la acera de la calle sentí como una sombra, y de repente un impacto.