Relatos de curación
Estoy Muy Feliz de ser Científico Cristiano y decidí escribir para decirles porqué. La práctica diaria de esta Ciencia divina nos ha beneficiado tanto a mí como a mi familia en innumerables ocasiones, trayéndonos la curación de quemaduras muy serias, de estados gripales, fiebres, infecciones de oídos, angustias, complicaciones durante el embarazo y varias situaciones relacionadas con la búsqueda de empleo, mejores relaciones familiares y muchas otras cosas.
Mi Familia Conoció la Christian Science cuando yo tenía aproximadamente diez años. Mi madre sabiamente nos hizo asistir a mi hermana y a mí a la Escuela Dominical de la Christian Science en la ciudad donde vivimos.
Hace Más De Veinte años me afligía un problema en la columna vertebral cuyos ataques a veces me dejaban postrada en cama, casi sin poder moverme y con mucho dolor. Tenía que dormir sentada o permanecer siempre en la misma posición porque determinados movimientos me producían mucho dolor, y levantarme de la cama significaba un gran esfuerzo.
Hace Poco tuve una experiencia que me enseñó mucho acerca de mi verdadera identidad. La gente siempre admiró mi cabello por su bello color y abundancia.
En Un Momento Bastante triste de mi vida, cuando mi madre estaba sufriendo de artritis, bronquitis crónica y alergias entre otras cosas, conocí la Christian Science. Pronúnciese crischan sáiens Parecía que nada podía sanar a mi madre.
Cuando Mi Hijo tenía unos nueve meses, mi esposo, llevándolo alzado en un brazo escaleras abajo, y en el otro sosteniendo dos portafolios, se resbaló, y todo lo que llevaba voló por el aire, incluso nuestro hijo. El bebé cayó al pie de las escaleras.
Deseo Expresar mi gratitud por el gozo, la curación y el estrecho vínculo que he logrado con Dios por medio de la Ciencia Cristiana. Uno de los primeros recuerdos que atesoro es que Dios está siempre tan presente como lo estaba ese querido amigo con quien jugábamos cuando niños.
Hace Unos 20 Años, viví una experiencia que me ayudó a comprender más claramente que Dios es nuestra verdadera Madre. Se aproximaba el nacimiento de mi tercer hijo y me invadieron temores, aunque durante todo el embarazo me había sentido muy bien.
Recuerdo Una de mis primeras curaciones en la Ciencia Cristiana. Súbitamente me apareció en uno de los dedos de la mano una condición muy molesta y dolorosa.
Mi Familia Ha Tenido muchas curaciones a lo largo de los años. Es tiempo de que exprese por escrito mi profunda gratitud por la poderosa protección de Dios y su tierno cuidado.