Hace Algunos Años, al conocer la Christian Science, pude liberarme de la dependencia de tomar medicamentos para mantener mi salud. Desde niña había padecido de una severa desnutrición, desarreglos glandulares y agudos dolores de cabeza. Se me había diagnosticado que iba a tener que mantenerme con medicación y vitaminas para siempre, aunque en mi interior me rebelaba contra este diagnóstico.
Cuando comencé a leer Ciencia y Salud, aunque mucho de lo que leía me parecía contradictorio, después de las lecturas experimentaba una sensación de animación seguida de mucha serenidad. Tenía la esperanza de llegar a poder prescindir de los medicamentos. De modo que seguí leyendo el libro junto con las Lecciones Bíblicas semanales que se publican en el Cuaderno Trimestral de la Christian Science.
Hubo pasajes de Ciencia y Salud que se quedaron en mí. Uno de ellos dice: "Levantaos en la fuerza del Espíritu para resistir todo lo que sea desemejante al bien. Dios ha hecho al hombre capaz de eso, y nada puede invalidar la capacidad y el poder divinamente otorgados al hombre" (pág. 393). También, una parte de la definición del hombre creado por Dios, en la página 475, que dice: "El hombre es idea, la imagen, del Amor; no es físico".
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