Escribo este testimonio con profunda gratitud. Esta curación representa uno de los acontecimientos más decisivos y que más han cambiado mi vida, de todos los que he experimentado como estudiante de la Christian Science.
En 1989 los médicos me diagnosticaron cáncer. Aunque en realidad no me dijeron que me iba a morir, las estadísticas eran sombrías. Cuando me dijeron que harían por mí todo lo que estuviera a su alcance, el instinto me dijo de inmediato que tenía que buscar otra respuesta. Comencé a investigar los métodos "alternativos" de curación.
Estaba sometiéndome a un tratamiento médico cuando alguien me dio a conocer la Christian Science. Yo me había criado en otra religión y creía en la existencia de Dios, pero pensaba que estaba apartado y distante de mí. En otras oportunidades había orado a Dios, pero sin obtener resultados palpables.
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