
Relatos de curación
Cuando Era Niño aprendí rápidamente a pensar con claridad, a escribir correctamente y a hablar con fluidez. Sin embargo, en la escuela mis maestros me decían que cuando leía en voz alta lo hacía demasiado rápido y que hablaba demasiado.
Conoci La Ciencia Cristiana hace muchos años, cuando mi madre estaba gravemente enferma de cáncer. Ella ya había tenido una operación y estaba aterrorizada cuando le dijeron que a menos que tuviera otra operación, se moriría.
Hace Muchos Años , después de un divorcio muy lamentable, recibí la custodia de mis dos hijos. Cuando el mayor de ellos se volvió demasiado difícil de gobernar, estuve de acuerdo en que se fuera a vivir con su padre hasta que terminara el año escolar.
Ciencia Y Salud siempre ha sido una guía para mi familia y para mí. Siempre que ha habido un problema, he visto a mis padres tomar el libro y leer algunas de las tantas verdades que el libro contiene.
El Año Pasado , al preparar caramelos para navidad, puse a hervir una mezcla de azúcar y manteca. Pensé que podía alterar la receta para hacerlos de chocolate, pero no tuve para nada en cuenta algunas de las leyes básicas de la física que me habían enseñado en la universidad; vertí una mezcla de chocolate y agua directamente sobre el azúcar hirviendo y provoqué una erupción dentro de la olla, como la de un volcán en miniatura.
Cuando Todavia Era nueva en el estudio de la Ciencia Cristiana me apareció una pequeña infección en la cutícula de mi dedo pulgar. No le presté mucha atención hasta que el dedo se hinchó al doble de su tamaño normal y el dolor era tan intenso que no podía dormir.
Despues De Haber pasado treinta y cinco años confiando en la medicina, la idea de confiar exclusivamente en la oración para recuperar la salud me causaba mucho temor. Sencillamente no podía creer que los problemas físicos se podían resolver por medio de la oración.
Desde Muy Joven me resistí a aceptar muchas de las actitudes que prevalecen en la sociedad; especialmente no podía aceptar que fuera necesario el sufrimiento humano. Eso me indujo a indagar diferentes caminos psicológicos y religiosos.
Cuando Yo Tenia entre seis y ocho años, asistí a una Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana. Durante mi adolescencia iba de vez en cuando a una iglesia o a una conferencia.
Con El Corazon lleno de gratitud, comparto esta curación que tuvo lugar varios años atrás. Espero que ayude a cualquier otra persona que pueda estar enfrentando una situación similar.