
Relatos de curación
Mi niñez fue muy desdichada, y empecé a preguntarme, cada vez más, cuál era en realidad el significado de la vida. Aunque concurría a una iglesia cristiana y a una Escuela Dominical, con el tiempo comencé a sentirme muy insatisfecho.
En el año 1970 conocí la Biblia, que nunca había leído, si bien mi familia pertenecía a una determinada religión. La Biblia me la obsequió una compañera de trabajo.
Aun cuando era niña rehusaba creer que Dios, nuestro Padre, había maldecido a toda la humanidad a causa de las faltas cometidas por Adán y Eva. Finalmente, también perdí la fe en las medicinas materiales, ya que mis enfermedades reaparecían y no eran sanadas.
Estoy agradecida por el cuidado de Dios para con mi familia. He aprendido que su cuidado nunca está ausente y que nunca se acaba.
Hace ya muchos años, cuando era una joven madre con dos hijas, yo sufría de severos dolores abdominales. Los diagnósticos médicos variaban entre embarazos tubulares, quistes y útero malformado.
Cuando mis padres conocieron la Ciencia Cristiana yo tenía diez años, y la he practicado desde entonces. Hemos tenido toda clase de curaciones.
Cuando era adolescente, mis padres me enviaron a una academia militar. Esta escuela era famosa por su excelencia académica y estricta disciplina militar.
Quiero expresar mi gratitud a Dios por haber sido guiado a conocer la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) . Cuando tenía diez años, fui operado de apéndice.
Hace algunos años perdí dos embarazos. También pasé por un divorcio.
Quisiera expresar mi más profunda gratitud por la Ciencia Cristiana. Me crié en una familia de dedicados Científicos Cristianos.