Conocí la Ciencia Cristiana por intermedio de mi cuñada que había sido sanada como resultado de su estudio de esta Ciencia.
Desde mi niñez había tenido muy mala salud, y con el paso de los años había experimentado más y más complicaciones por más de veinte años. Durante los últimos años de esa época, permanecía en cama de dos a cuatro días cada semana a causa de un intenso dolor en la región abdominal lo que me paralizaba parcialmente cada vez que ocurría.
Recibí tratamiento médico de diferentes doctores, incluso especialistas, e inclusive iba a dos diferentes hospitales para recibir tratamientos semanales, pero todo en vano. También fui a visitar curanderos tradicionales africanos sin ningún resultado.
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